RadioJoshua en su sección ya clásica con una recomendación más que agradable a los sentidos ... Desde Zaragoza, España, el segundo disco de una de las bandas emblemáticas de esa región, una obra que puede considerarse su punto creativo más alto, un trabajo introspectivo, lleno de símbolos y de sonidos que se fusionaron en un material que contiene varios de sus grandes temas, exploran sentimientos como la ira, tristeza, frustración y la melancolía, un obra con matices góticos, rock en su más puro estado, hard rock y hasta pasajes pop, un disco que los dejó posesionados como una joven promesa dentro de la escena rock Española de inicios de los noventa
Héroes del Silencio - Senderos de Traición
Para ti que escribes sin saber por el gusto de hacerlo y compartirlo, por todo aquello que te inspira y te conmueve...
Dicen que empezó a escribir y el mundo se llenó de simbolismo, era una época distinta, el escritor debía convertirse en un vidente por medio de un largo camino para desordenar poco a poco sus sentidos, un proceso que habría de cabiarle la vida y que tendría que ir narrando con el paso de la tinta y las hojas, él mismo lo había comprobado desde su infancia en Charleville, cerca de las Ardenas, a unos pasos de los bosques densos e impenetrables de la región septentrional de Francia, fue el más grande poeta francés de su tiempo quien inició su vida literaria a la corta edad de ocho años cuando compuso sus primeros sonetos y versos, a los 12 ya escribía en latín, escribía con tal realidad de sus miedos y fobias internas que conmovió a sus contemporáneos, tuvo un paso fugaz de solo unos años en el mundo literario y en el de los mortales, ese genio se llamó Arthur Rimbaud sería recordado por esa capacidad genial de escribir sobre todo lo que veía e imaginaba, una mente llena de recursos para la narración que habría de influenciar el mundo de las letras francesas por dos siglos, Victor Hugo se refirió a el como el Pequeño Shakespeare, de él se desprenden nombres como André Bretón, Henry Miller, William S. Borroughs, músicos como Bob Dylan, cineastas como Pierre Paolo Pasolini, esa mente inquieta de un niño de la campiña francesa que fue educado bajo la instrucción militar al estilo Napoleón Bonaparte por su padre y quien tuvo en Paul Verlaine al amor de su vida, esa persona que fue adicto al absentha y al hachís y que vivió varios años en la calle, que consideraba que el mundo era un misterio por descifrar, al crear el Simbolismo el mundo ya no sería el mismo porque las escenas de la naturaleza, las acciones de los seres humanos, tanto emocionales como físicas y todo el resto de fenómenos existentes no serán nombrados para expresarse a sí mismos; serán más bien plataformas sensibles destinadas a mostrar sus afinidades esotéricas con los ideales primordiales, esos ideales como el amor y la redención, la fe y la espiritualidad individual habrían de considerarse esenciales para vivir en un mundo hostil y decadente pero que encierra encanto y esperanza, Rimbaud habría de ser influenciado por otro personaje de las mismas características, un artista de la palabra llamado Charles Baudelaire, un hombre de vida bohemia y de excesos, influenciado por Edgar Allan Poe y por Theophile Gautier, que lo mismo escribía poesía y criticaba a los clásicos de la música como Richard Wagner, de un estilo único que oscila entre lo sublime y lo diabólico, entre lo elevado y lo grosero, entre el ideal y lo angustiante, su obra Las Flores del Mal se convierte en la antítesis de las buenas costumbres, le valió una condena por inmoralidad porque encuentra la belleza en lo más bajo y degradante del género humano, en todos sus vicios y sus pecados, siendo señalado como el más grande de los poetas malditos, un alma trágica que se trató de ganar la vida retratando las malas costumbres, con un estilo único, avasallador, difícil de entender, una lectura que quedó para la posteridad y que fue retomada por toda la cultura beat de Nueva York de los años 50's, esos autores vieron en la obra de Baudelaire una enorme fuente de inspiración,esa generación de músicos y escritores a los que Herb Caen bautizó bajo ese apelativo tan despectivo al no consideradlos artistas norteamericanos, bajo esa etiqueta fueron mostrados como la alternativa a toda la parafernalia europea bohemia, Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Borroughs elevaron sus nombres a un pedestal por esa forma tan directa de retratar los vicios de una sociedad en los tiempos de la guerra de Vietnam, eran otras épocas, memorias de un tiempo lejano que no nos tocó vivir y sin embargo aún resentimos sus secuelas, una ideología lejana que parece seguir el lema de que la forma sigue a la función como estableció la escuela de la Bauhaus a inicios del siglo y de la que derivan tantas formas de arte y diseño, con una enorme influencia en la música, sobre todo en un grupo que fue pilar de la música británica de los asó 70's y 80's, esa banda se llamó The Cult, con raíces punk y de psicodelia fueron la banda que mas habría de influenciar a un joven de la provincia de Zaragoza en España, su padre, medico de profesión, le había comprado una batería de medio uso la cual había aprendido a tocar y sin embargo escuchó el llamado de las cuerdas y se habría de convertir en uno de los guitarristas más icónicos del Rock Español, ese joven que en vida se llama Juan Valdivia, construyó un estilo tan característico en la escena española que sus composiciones y su forma de tocar son únicas, en el año de 1981 formó junto con su hermano y un primo la banda Zumo de Vidrio, la escena rock de Zaragoza de inicios de los 80's incluía también, al grupo que formaba uno de los músicos jóvenes mas reconocibles de la región, ese grupo que llevó por nombre Proceso Entrópico tenía en la voz a Enrique Ortiz de Landázuri, quien años más tarde cambiaría su apellido a Bunbury, los hermanos Valdivia fueron los sobrevivientes de una época donde no se encontraba mucho rock en España, sin embargo tenían como influencia notable a los grupos de la escena rock británica como New Model Army y The Cult, leían a los autores de la generación Beat y se sabían la obra de los poetas malditos, es en esos libros que cambian su nombre a uno que los haría famosos, se hacen llamar los Héroes del Silencio después de una controversia con una de sus primeras canciones que se llamaba Héroe de Leyenda, titulo adoptado de la lectura de Paul Verlain, ese grupo efímero se convirtió en la semilla de Héroes, se les uniría el talento de un bajista de Calatayud, el maestro Joaquin Cardiel con ese sello tan particular y el baterista Pedro Andreu quien habría de estar con ellos en dos etapas distintas, así el 16 de diciembre de 1984 se presentaron por primera vez en su natal Zaragoza, un lugar apartado de todo lo que en Madrid se estaba produciendo musicalmente hablando, en Zaragoza no encontraron obstáculos, dominaron un lugar que no era conocido por sus artistas de rock, era más bien conocido por otras virtudes artísticas y sin embargo supieron moverse dentro de su lugar de origen, sus letras siempre fueron inspiradas en los clásicos, Baudelaire les aportó su espíritu decadentista que fue tan utilizado en las primeras canciones que grabaron, de William Blake tomaron sus poemas como El Camino del Exceso, Bunbury cambió su nombre por un personaje de la obra de Oscar Wilde de la obra de teatro La Importancia de Llamarse Ernesto, La Sirena Varada, título de una de sus canciones está tomado de un texto de un escritor eminente de la Generación del 27 llamado Alejandro Casona y Pablo Neruda con su poema Opio del Oeste inspiró su canción del mismo nombre, es notable la forma en que construyeron su carrera comenzando desde España, se fueron extendiendo en Europa y el salto hacia nuestro continente se dio casi de forma natural, Héroes del Silencio es uno de esos grupos que el tiempo volvió clásicos, siempre mostraron blasones de calidad interpretativa quizás no con la elocuencia de otros grupos de Rock Españoles que no lograron tener el éxito mediático y que musicalmente eran más complejos y pro positivos, menos arrogantes, más arriesgados e incluso más sinceros en cuanto a su propuesta y pese a todo nadie puede negar un legado que comenzó a gestarse mucho tiempo atrás, hace más de 30 años en esa región del centro de España (muy cerca del Rio Ebro) que fue asediada por los ejércitos de Napoleón durante la Guerra de la Independencia, el bisabuelo de Arthur Rimbaud estuvo en una de las batallas (por las que a Zaragoza se le conoce como La Heroica) pese a que se firmó ahí mismo la capitulación en 1809, habían pasado casi 200 años para que una revolución musical sucediera en ese lugar, mucho tiempo después se dio esa explosión de rock en los famosos teatros de la ciudad, como la Sala Oasis, la Casa del Loco y la Sala Reset, nadie sueña con la eternidad, a todos se nos ha enseñado a soñar a pequeños pasos y ese espíritu de trascendencia inunda la mayor parte de nuestras mentes, los autores del Simbolismo que influenciaron las letras de Héroes del Silencio tomaron como molde la mayor parte de los sentimientos más humanos y los dotaron de condiciones que los mostraban más cercanos a nosotros, a veces tan difíciles de entender los sentimientos y los valores cambian de acuerdo a nuestras circunstancias, esa transmutación, tangible en las obras decadentistas nos ubica dentro de un mundo donde las emociones juegan un papel importante en nuestras vidas, William Blake lo enarbola en su famoso soneto de una sola cuartilla titulado Eternidad 'Quien así encadenare una alegría, malogrará la vida alada, pero quien la alegría besare su aleteo, vive en el alba de la eternidad'
Siempre he compuesto letras, incluso cuando no cantaba. Son muy individualistas, intento expresar en ellas lo que llevo dentro. (...) La mayoría de nuestras canciones hablan de la duda y por lo tanto hay frases que no tienen mucho que ver unas con las otras. (...) Hay gente que opina que nuestros textos no quieren decir nada, es que no consiguen identificarse, o que simplemente no les llegan. (...) Nosotros no somos graciosos, escribimos sobre sentimientos y no sobre historias concretas
- Enrique Bunbury -
Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento - 1990
Discográfica - EMI
Productor - Phil Manzanera
- Recomendable Si Les Gusta -
Zumo de Vidrio de Zumo de Vidrio, The Art of Waiting de Alan Boguslavski, La Forma de mover tus Manos de Elefantes, Los Chulis de Los Chulis, Bushido de Bushido, Quiero Hacerte Gritar de Los Piratas, El Ángel de Raphael, Miren Iza de Miren Iza, Mensajes al Viento de Niños del Brasil, Como Me Acuerdo de Robi Draco Rosa y El Manifiesto Desastre de Nacho Vegas
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Título del Disco
Senderos de Traición es un título con toda la carga de Simbolismo por la influencia que tuvieron los músicos con la vertiente simbólica desde Rimbaud hasta Baudelaire.
Senderos de Traición es un título con toda la carga de Simbolismo por la influencia que tuvieron los músicos con la vertiente simbólica desde Rimbaud hasta Baudelaire.
Portada del Disco
La portada es icónica, es una imagen del grupo sobre un fondo blanco y el emblema formado por dos dragones y una cruz, obra del Estudio Pedro Delgado
Tracklist
1. Entre Dos Tierras (Recomendación 4 Estrellas)
2. Maldito Duende (Recomendación 4 Estrellas)
3. La Carta (Recomendación 4 Estrellas)
4. Malas Intenciones (Recomendación 4 Estrellas)
4. Malas Intenciones (Recomendación 4 Estrellas)
5. Sal
6. Senda (Recomendación 4 Estrellas)
7. Hechizo (Recomendación 4 Estrellas)
8. Oración (Recomendación 4 Estrellas)
9. Despertar (Recomendación 4 Estrellas)
10. Decadencia
11. Con Nombre de Guerra (Recomendación 4 Estrellas)
12. El Cuadro II
Track By Track Momentos Cumbres
12. El Cuadro II
Track By Track Momentos Cumbres
- El disco abre con una canción que se reconoce desde sus
primeras notas, Entre Dos Tierras y ese intro con acordes de la guitarra del
maestro Juan Valdivia con ese delay y el chorus tan característico, se tienen que esperar
casi 5 segundos desde el inicio de la canción para ese memorable inicio, esa
forma de encajar las repeticiones del delay en un compás de 4 cuartos es
magistral, se repiten ese círculo de guitarra hasta que entra la batería del
gran Pedro Andreu con una percusión que se escucha tan fuerte e intensa y realza aún más el
sonido de la guitarra, el bajo de fondo del maestro Joaquín Cardiel nos da esa
impresión de que estamos ante una estampida de toros salvajes, es casi un martillo que percute poco a poco los oídos y nos prepara la escena para que Enrique Bunbury comience a recitar los versos con ese fraseo al estilo de Raphael, no es Jim Morrison aunque muchos así lo vean, es solo un cantante barítono con un estilo que siempre ha oscilado entre el cantante clásico de bodevil y el intérprete de Rock, es en esa pose que se sitúa siempre, ese aire de misticismo de la canción sumado a lo grandioso del solo de guitarra de Valdivia ponen a Entre Dos Tierras como una canción que ya es memorable desde que inicia hasta que termina.
- Un arpegio de cuerdas anuncia la segunda canción, una balada pop de largo alcance, Maldito Duende nos sitúa en una dualidad bastante elocuente, una expresión retórica de estados de ánimo contradictorios, habla sobre la grandeza y la decadencia, existen muchas versiones al respecto y musicalmente es una joya, a través de los minutos va desdoblando su esencia, esos interludios con los acordes arpegiados de forma magistral por Juan Valdivia que solo le añade un poco de chorus a su guitarra, nos muestran su enorme capacidad de lograr pasajes armónicos complicados de imaginar, los coros también son sobresalientes, pero los interludios son lo más destacable, la batería de Pedro Andreu sabe marcar esos lapsos donde el ritmo es parsimonioso y aquellos donde se debe ir en pandemónium, es una canción que se intrepreta siempre porque tiene esa cualidad de los clásicos, nos remonta a una época donde la metáfora se vuelve indispensable para la expresión de símbolos e ideas abstractas donde las palabras no alcanzan para describir todo lo que se vive.
- Un diálogo entre el bajo de Joaquín Cardiel y la guitarra de Juan Valdivia enmarcan el inicio de La Carta, una canción con una notable influencia en las composiciones de The Cult, pero también hay mucho de Peter Frampton en esa guitarra de Valdivia, se nota también la influencia de Mark Knopfler en la forma de interpretar los fraseos de la guitarra, es una pieza que se fue armando poco a poco con una base rítmica llena de profundidad, un ritmo clásico de 4/4 y unos interludios bien logrados con esa melodía de guitarra, la letra habla sobre el final de una relación con puntos suspensivos, algo que parece no tener final, nostalgia y varias evocaciones a la tristeza, una canción que Enrique Bunbury interpreta de una forma muy sensible, otro clásico.
- El intro de Malas Intenciones es impresionante, los arpegios de guitarra de Juan Valdivia se vuelven a hacer presentes desde el inicio de la canción, la percusión que marca en sus platillos Pedro Andreu sirven de marco para después entrar con las sección de tarola, muchas cosas a destacar sobre la letra, una diatriba con una carga sentimental intensa, no me importa lo que pienses sin duda no me entero ya, es una de esas líneas intensas de la canción que definitivamente llega a lo más profundo del subconsciente, los coros también son a destacar pues Joaquín Cardiel contribuye con una parte vocal en este segmento de la pieza, hay un interludio donde se repite el arpegio y alcanza tintes épicos al entrar al segundo verso, el cual también destaca por su melancolía y ahora se que no comprendes, no tenemos nada en común, la parte del solo de Valdivia destaca por la utilización de delay lo cual añade aún más profundidad en su interpretación, existe otra línea que tiene una carga de nostalgia inmensa quisiera no pensar más de un segundo en ti, esta es una de esas piezas que son memorables, no solo porque musicalmente son muy llamativas, también hay que señalar el hecho de que puede adaptarse a varias situaciones desde una venganza hasta una plegaria de compasión, como sea es una de las canciones que más interpretaban los Héroes en sus giras y que definitivamente está grabada en la memoria de muchos de nosotros como parte del soundtrack de nuestras vidas.
- Sal es solo una breve introducción para una pieza memorable, la voz de Enrique Bunbury a la que se le añade un eco
- La guitarra con delay y Flanger de Juan Valdivia anuncia una percusión que semeja una estampida, el bajo de Joaquín Cardiel acompaña la percusión de una manera formidable, esa alegoría del inicio de un nuevo camino nos sitúa entonces en una disyuntiva, dar o no dar ese paso, Senda es una canción con tintes épicos en los coros, en los versos se nota siempre esa carga de simbolismo que acompañaba a las composiciones de los Héroes del Silencio, hay muchos pasajes que se distinguen por esa forma tan característica de escribir, hay momentos que denotan una lectura profusa e intensa de los libros del simbolismo francés como Rimbaud y Verlaine, hay también instantes de Baudelaire, también hay un final como pocos, los coros que se repiten una y otra vez para dar paso a esa guitarra de Valdivia que ya nos ha hipnotizado a lo largo de todo lo que va del disco, es el alma del grupo, todo se construye alrededor de esa forma de intrepretar la guitarra.
- Hechizo es una canción que habla sobre las drogas, sobre ese efecto alucinante de ciertas sustancias, desde el intro con esas dos notas que se repiten de forma intensa, la percusión de Pedro Andreu no hace más que enmarcar un estado alterado de conciencia, no es la primera vez que me encuentro cerca de conocer la locura dice la primer parte de los versos, brazos agotados, evocaciones de imágenes que están por todos lados, la canción en sí misma ya es un alucine, es como sumergirnos en un viaje donde la percusión nos lleva con ese ritmo frenético a otro lado, al espacio exterior, la guitarra tiene varios momentos importantes, la voz de Enrique Bunbury viaja a una velocidad intensa, Hechizo es de esas canciones que se quedan grabadas en la memoria, hay una frase que es contundente a este hecho ganar o perder se que nunca me importa, lo que embruja es el riesgo y no a donde ir, enorme canción.
- Una plegaria, un grito de ayuda es el que llega con Oración, es un tema lleno de belleza y elegancia, nos envía a otra época, es una memoria de alguien que ha sufrido y nos comparte esa angustia envuelta en celofán para que sea menos doloroso escuchar esos lamentos, el intro de guitarra es impecable, es prístino y lleno de matices, esa percusión en 3/4 donde se agrega el bajo para armar una estructura de melancolía en el ritmo, la guitarra construye pasajes complicados una y otra vez y se desenvuelve hasta formar acordes en los interludios que al ser tan evocadores no llevan letras, las notas son las que hablan poco a poco, hay tantas frases que son intensas no hay oración capaz de decidir por mi es una de esas frases que se volvió épica, es una de esas joyas que suceden de vez en cuando, a veces cuando nuestra capacidad humana no nos da para encontrar respuestas se recurre a alguna respuesta en otro lado, el solo de guitarra es a la vez intenso y lleno de fuerza, es una de esas canciones que nos dejan pensando en la posibilidad humana de la redención, de la búsqueda del bienestar propio pese a las circunstancias.
- Despertar es otra enorme canción, todo se olvida al despertar una vez más recita Enrique Bunbury en los coros de la canción, una evocación al mar como sucedió desde su primer disco El Mar No Cesa nos ubica en un entorno portuario donde la guitarra de Juan Valdivia comienza a trazar instantes como oleaje intenso, como ya es su costumbre esos arpegios a toda velocidad lo distinguen en los inicios, soñar entre arena y espuma es otro fragmento destacable, la canción habla también del perdón, de esa facultad humana de olvidar a quien nos hizo mal dolosa e inconscientemente, la pieza tiene una furia y un ritmo que nos hacen sentir una tempestad de guitarra, bajo y batería y la interpretación vocal que termina por completar una canción redonda, otro clásico.
- La canción con más tintes de Rock llega hasta Decadencia, de los últimos temas del disco, es un rock clásico con una guitarra con abundante distorsión por parte de Juan Valdivia y una percusión a un ritmo que nos recuerda las épocas del Hard Rock, es un tema de transición con una letra metafórica muy compleja de entender, es un tema que nos enseña el camino hacia el final del disco, un tema absolutamente prescindible.
- Con Nombre de Guerra es una canción sobre una prostituta como hay muchas en el Rock, hay tantas y de diversos estilos, como Roxanne de The Police, Charlotte The Harlot y 22th Acacia Avenue de Iron Maiden, Dixie de Dildo, Vendedora de Caricias de Panteón Rococó, Pretty Tied Up de Guns & Roses, Your Shamefull Heaven de My Dying Bride, An Erotic Alchemy de Moonspell, La Calle es su Lugar de GIT, Bad Girls de Donna Summer, Three Wooden Crosses de Randy Travis, 53rd y 3rd de The Ramones, hay tantas y tantas que es un tema ciertamente no tan ajeno al rock, en esta pieza de Heroes hay varias cosas que son destacables como todos los pasajes armónicos que construye Juan Valdivia con su guitarra, desde los acordes, los arpegios en los versos, el solo de guitarra que es tan limpio, esta canción muestra la mano de Phil Manzanera para la producción aumentando la carga de guitarra y reduciendo el resto de los instrumentos, tal como sucedía en sus producciones con otros grupos latinoamericanos.
- El Cuadro II es la última pieza del disco, es un tema que culmina una etapa creativa que no tuvo otro momento igual con Héroes del Silencio, ningún otro trabajo superó este disco y llegó en un momento ideal, en el Cuadro hay evocaciones artísticas muy bien logradas, pero no deja de ser el tema que cierra el disco.
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