viernes, 28 de febrero de 2014

RadioJoshua - Disco de la Semana - Close To The Edge de Yes

Radio Joshua en su Sección ya clásica con una recomendación más que agradable a los oídos ... De la escena progresiva de Londres de finales de los 70's, con una fuerte inclinación hacia la experimentación, el virtuosismo de sus músicos y la profunda y mágica lírica de Jon Anderson, uno de los grupos pilares del género en la mayor expresión de creatividad musical y letrística que hayan alcanzado, una obra de arte musical llena de matices sonoros y rítmicos, un disco para la historia.

Yes - Close To The Edge


Hermann Hesse en su magnífica obra Siddhartha sitúa al protagonista dentro de un viaje espiritual en la búsqueda de la conciencia y la auto exploración, nos recrea una novela llena de matices espirituales que fueron adoptados muchos años después por las jóvenes conciencias de los años 50's (tal vez también impulsadas por el premio Nobel que había ganado casi 4 años antes), señala al protagonista como un ente capaz de llegar a la sabiduría espiritual a través del ascetismo y la meditación, su nombre deriva de la frase 'el que alcanzó sus objetivos' y en su nombre completo Siddhartha Gotama (no Gautama, Gotama, como dice el libro) cumple con una gran premisa humana 'todo bien ha sido satisfecho', nos presenta un modelo de hombre inmaculado, alejado de todas las debilidades humanas, más cercano a la perfección por sus buenas obras y capaz de llegar a la crítica del mundo que lo rodea, de ese instinto básico del autoconocimiento, se gestó en Londres en el barrio de Soho, un movimiento lleno de música, teatralidad, intercambio cultural y sobre todo de expresión artística, esta zona Londinenese, famosa por sus pubs, por los teatros al aire libre y por la multiculturalidad de sus habitantes se presentó a mediados de los 50's y hasta inicios de los 60's, los componentes y el crisol necesario para que se amalgamaran una serie de interesantes experimentos sonoros por los grupos que se presentaban en ese lugar, un poco alejados de la fiebre del Merseybeat que se vivía en Liverpool o de la incipiente escena de Manchester, a Soho llegaron oleadas de inmigrantes que le dieron esa riqueza y variedad por la fusión de ideas y costumbres, no sólo en la vida cotidiana, sino también en la música, lo que se gestaba en ese lado de Inglaterra no tenía precedentes, creció alejado de las influencias del blues o del folk americano, fue un movimiento revolucionario estética y funcionalmente hablando, debía su riqueza a elementos de la música clásica que provenía de Austria y Alemania, a los ritmos africanos de Mali y Etiopía, a la teatralidad Italiana, al flamenco Español y a los ritmos de Europa del Este, era un lugar que rebozaba de arte en sus múltiples expresiones, cada noche durante esas décadas se reunían jóvenes en busca de inspiración para transformar sus vidas clasemedieras en revolucionarias efigies artísticas, donde se intercambiaban discos en las famosas tiendas de Blackmarket Records y Vinyl Junkies, es en ese ambiente musical donde una noche de 1968, en el bar La Chesse situado en las inmediaciones de Berwick Street, la mente inquieta y prodigia de dos de los hijos más adelantados de la época psicodélica del Rock Inglés se reúnen para intercambiar ideas musicales, Jon Anderson, un cantante que había experimentado con un grupo llamado Warriors y que había grabado un año antes un demo bajo el pseudónimo de Hans Christian conoce al bajista Chris Squire con quien platica de sus más grandes influencias musicales, ambos coinciden en nombres conocidos, The Beatles, The Moody Blues y Crosby, Stills, Nash y Young, se mencionan influencias clásicas como Mozart, Brahams, de jazzistas famosos como Charlie Byrd, John Coltrane, Dizzy Gillespie, se inicia el proyecto de un grupo que debe su sonido a tantas influencias que les llegaron a través de sus vidas y que supieron capitalizar en un grupo que marcó una época, una época nostálgica llena de músicos atrevidos que se salieron del contexto tradicional, que no se conformaron con las estructuras básicas de las canciones, que retaron al tiempo por la duración de sus obras, por el contenido de sus letras y sobre todo por afrontar el enorme reto de ser la vanguardia, Yes es uno de esos grupos que nacieron para ser grandes en un estilo plagado de virtuosos, fueron menos duros y menos teatrales que Genesis, más progresivos que los canadienses de Rush, exploraron más allá que Jethro Tull, fueron menos famosos que Pink Floyd pero en un mundo lleno de canciones épicas y de una memoria colectiva que sólo recuerda los hits, su música está reservada para aquellas mentes que gustan de la música difícil, de la que se aprecia con la mente abierta y perceptiva, de esa que a los oídos no receptivos se menciona como rara o extraña,  que se rechaza por su complejidad, es a ese público que grupos como Yes está dirigido, a los privilegiados que saben disfrutar sin pausas de canciones de más de quince minutos, que evocan lo etéreo de su música en sus mentes y en sus corazones, fueron un grupo que inició como un grupo más de Rock clásico, hasta que en 1971 su sonido dio un giro hacia la experimentación tras la adición de Rick Wakeman, un excelso tecladista de estricta formación clásica quien encajó de forma perfecta por el sonido que la banda estaba buscando, se añadieron teclados, órganos, sintetizadores, la alineación más prolífica y recordada de la banda estaba ya conformada, Jon Anderson, Chris Squire, Rick Wakeman, Bill Bruford en la batería con su estilo siempre versátil y con una enorme capacidad de adaptación a los diferentes ritmos que la banda imprimía a sus composiciones y Steve Howe, el complemento ideal de la guitarra de Jon Anderson, 5 músicos que se alejaron de lo convencional, que siempre buscaron la innovación, es en el año de 1972, el año en que ocurre el Bloody Sunday en Irlanda del Norte, año en que la Mariner 9 envía las primeras imágenes desde Marte, año del Septiembre Negro de Münich, un año que queda marcado por grandiosas obras artísticas, es una época en que el Rock Progresivo comienza a dar pasos firmes hacia su masificación, año en que Yes confirma con su obra más conocida que eran un grupo que nos daría más de 20 discos de estudio e innumerables pasajes musicales agradables, dignos de la historia de cualquier vida, dignos de una búsqueda de nuevas formas, nuevas texturas, nuevos matices, Yes representa dignamente al progresivo en su punto de mayor creatividad, alcanzaron niveles antes insospechados para la música, fueron muy valientes en proponer cosas nuevas, armonías complejas, sus obras han sido siempre objetos de culto entre sus admiradores, su obra es como el personaje de Pablo del Lobo Estepario de Hesse, un fabuloso músico imaginario que es virtuoso y misterioso, que encarna el teatro mágico, la máquina de los sueños, donde las preocupaciones y tribulaciones de la vida se desintegran ante los sonidos, que experimenta de las fantasías que vive en su mente y que sin embargo desarrolla a partir de sus propios sueños, los sueños que siempre han sido motores del arte, tal como los pintó John William Waterhouse o Nicolás Poussin, tal como los labro en piedra en su escultura Jean Antoine Houdon, así como Yes se acercó a explicarlos en su mejor disco, otros más se aventuraron a seguir ese ciclo de buena música que persiste hasta nuestros días, la inspiración también llega de ver y escuchar lo que sucede a nuestro alrededor, de no tener envidia de una buena obra y tratar de crear nuestras propias obras maestras, Close To The Edge es un disco que se disfruta mejor con los ojos cerrados y la mente abierta, el corazón expuesto a los sonidos de que emergen de los instrumentos de cinco virtuosos, la sensación de esos sueños que se materializan frente a nuestros ojos y que llegan desde nuestros oídos, elegancia y arte disfrazados de notas y compases, engalanados con el silencio, un sueño que debemos compartir en algún instante de nuestras vidas.

'Close To The Edge, podría ser parte del Top 5 de discos de ambos lados del Atlántico'
- Dave Thomas, crítico de Allmusic -


Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento - 1972
Discográfica - Atlantic Records
Productor - Yes, Eddy Offord

- Recomendable Si Les Gusta -
Zeit de Tangerine Dream, Axis Bold As a Love de The Jimmy Hendrix Experience, Crown Of Creation de Jefferson Airplane, Aqualung de Jethro Tull, Mirage de Camel, Fourth de The Soft Machine, Faust So Far de Faust, Dragon Fly de Jefferson Starship, Meddle de Pink Floyd, Nursery Crime de Genesis, Fly By Night de Rush, Animation de Jon Anderson y Tarkus de Emerson, Like & Palmer


      Tras unirse a la banda en 1972, el gran pianista Rick Wakeman añadió frescura y virtuosismo al sonido de Yes, la pieza faltante para el sonido único que los caracterizó, así la alineación clásica y más prolífica del grupo quedó conformada, el primer álbum producto de esa fusión fue el gran disco Fragile que salió ese mismo año, fue en ese disco donde la fusión de estilos llegó a su punto máximo, aunque no fue un álbum conceptual como tal marcó la pauta para que en septiembre de ese mismo año y con la idea de crear una obra conceptual se grabó en los estudios Advision de Londres el disco Close to the Edge, fue el ultimo disco con el bajista Chris Squire quien saldría de la banda después de su grabación por diferencias con Jon Anderson, y tiempo después se uniría al grupo King Crimson, un disco que solo consta de 3 temas, siendo una obra completa en muchos aspectos, en la cual se exalta el virtuosismo de todos los integrantes que formaron una adecuada mancuerna con el productor Eddy Offord, fue grabado en formato en vivo, lo cual mostró las grandes virtudes interpretativas de la banda, es una obra que se encuentra situada entre los más grandes discos de todos los tiempos del género del Rock Progresivo, un disco que no deja lugar a dudas del sitio en que se encuentra Yes dentro de la cultura del Rock.
     
Título del Disco
    Procede de la canción más larga y que es la primera canción del disco, Close to The Edge fue descrita posteriormente por Jon Anderson como 'un sueño que habla del pasar de un mundo a otro sin darse cuenta' 

Portada del Disco
    Fue obra del artista británico Roger Dean, quien ya había realizado la portada del álbum Fragile en 1971, es el primer álbum que marca el uso del logotipo de Yes con las letras abombadas, los colores son una laca en transparencia sobre un cuadro pintado por el mismo Dean.

Tracklist

1.    Close To The Edge (Recomendación 4 Estrellas)
2.    And You And I (Recomendación 4 Estrellas)
3.    Siberian Khatru (Recomendación 4 Estrellas)



Track by Track Momentos Cumbre
- La canción que abre el disco es una obra maestra de más de 18 minutos, Close To The Edge inicia al estilo de las grandes obras de la música clásica con una obertura de más de 6 minutos llamada The Solid Time of Change, la naturaleza progresiva de la canción queda de manifiesto desde el inicio con los sonidos de la naturaleza producto de un gran trabajo de edición al empalmar varias pistas que Jon Anderson había grabado algunos meses antes, ese instante de pandemónium musical llega a su punto álgido con la introducción de guitarra del mismo Jon Anderson acompañado por la guitarra de Steve Howie, como toda buena obertura, el inicio sirve también para establecer la armonía sobre la que se desarrolla el resto de la canción, la letra que acompaña esta parte de la pieza proviene de la obra Siddhartha de Hermann Hesse, los coros se desarrollan de diferentes formas y acompañan la melodía de forma impresionante, la siguiente parte de la canción se denomina Total Mass Retain, con un cambio en las figuras del bajo de Chris Squire que se notan y son extraordinarias, aquí en esta parte de la canción predomina ese trabajo de bajo y percusiones sobre el resto de la melodía, es la sección más breve con una duración un poco mayor a los 2 minutos, tras la cual aparece una tercera sección llamada I Get Up, I Get Down, con su ya clásica parte de arreglos barrocos inspirados en Bach BrahamsJon Anderson canta con un espíritu libre y los coros los interpretan Steve Howe y Chris Squire, un órgano de iglesia es ejecutado con maestría por el gran Rick Wakeman quien muestra sus dotes de gran estudioso de la música clásica, esas líneas delicadas de bajo y piano son impecablemente ejecutadas, es notable el cambio de una escala mayor a una menor lo que añade una sensación de melancolía a la pieza, la cual prepara el final de una enorme obra, Rick Wakeman inicia una extremadamente compleja serie de notas Seasons of Man como se le nombró a esta parte está llena de momentos memorables, una duración de 4 minutos para culminar un trabajo de producción admirable, una de esas canciones que marcan a quien las escucha, en esta línea de canciones de progresivo, Close To The Edge está contenida junto con otras igual de virtuosas, está junto con obras como Animals y Echoes de Pink Floyd, como Tarkus de Emerson Like and Palmer, como Calvary de Quicksilver Messenger ServiceLady Fantasy de Camel, de Flying Teaport de Gong, de tantas y tantas obras que son así, largas, sinuosas, bellas, armónicas, llenas de matices y colores, es una belleza hecha canción.
- El hermoso intro con la guitarra de doce cuerdas del maestro Steve Howe es la parte inicial de la obra maestra And You And I, esa primera parte denominada Cord Of Life es majestuosa, es una pieza llena de emociones tan nítidamente retratadas Jon Anderson emplea un micrófono especial llamado Leslie Speaker que le aporta mayor profundidad a su ya de por si extraordinaria voz, la forma en la que transforman la armonía a notas individuales siempre ha sido digno de admirarse, la segunda parte fue lanzada como sencillo y se denominó Eclipse, es una parte tranquila y evocadora, llena de profundidad, es etérea y mística, en esta parte Rick Wakeman interpreta de forma magistral el Mellotrón y el Minimoog y el característico delay de la guitarra de Steve Howe es realizado con su pedal Sho Bud Pro, la percusión de Bill Bruford establece el puente entre los instrumentos, la guitarra de doce cuerdas marca la entrada a la tercera parte de la canción, el segmento titulado The Preacher, The Teacher, la cual es caracterizada por el acelerado solo de Rick Wakerman que nos recuerda sus influencias clásicas como StraussWagner y Harold Bruckner, esa parte lleva al final llamado Apocalypse, donde las guitarras de Howe marcan la armonía a seguir, es una pieza memorable, llena de precisión, otro gran tema hecho de pequeños temas unidos entre sí.
- La última pieza del disco es quizás la más completa del mismo, Siberian Khatru es una pieza increíble, llena de una belleza pocas veces alcanzada en los discos posteriores de Yes, su inicio con esos descomunales y complejos riffs alternados de Steve Howe y Jon Anderson inundan un inicio del tema estrepitoso e intempestivo, el bajo de Squire es también digno de destacarse, la percusión de Bruford alcanza niveles insospechados, todos los instrumentos se amalgaman en una odisea de guitarras y sintetizadores, los interludios están construidos de tal manera que el ritmo de 4/4 cambie por uno 3/4 y el ritmo siempre vaya en una ola in crescendo, es una pieza que recuerda mucho a esas composiciones complejas de los grupos de progresivo de la época, rememora con la letra una oda del hielo, una canción que nace de un sueño helado en las planicies de Siberia, es otra canción que merece un espacio para escucharla y guardarla por siempre en nuestra memoria.


sábado, 22 de febrero de 2014

RadioJoshua - Disco de la Semana - Disintegration de The Cure

Radio Joshua en su Sección ya clásica con una recomendación más que agradable a los oídos ... El octavo disco de una de las bandas más emblemáticas de la escena shoegaze y gótica de finales de los 70's, melancolía, obscuridad, guitarras y sintetizadores en un disco que ejemplifica su filosofía de retratar el sentimiento humano a través de la música, la obra conceptual de su líder, Robert Smith en una declaración de principios para la posteridad, una pieza que destaca por su belleza y virtuosismo, de la mente prodigiosa del hijo iconoclasta del Rock, con su poesía densa y su impresionante capacidad de crear clásicos


The Cure - Disintegration


Stephen King, uno de los mejores autores de novela de terror de todos los tiempos definió con una frase a HP Lovecraft  'el príncipe obscuro y barroco de la novela de terror del siglo XX', Lovecraft nació en un estado apartado de la Unión Americana, en la pequeña isla de Rhode Island, que se encuentra por fuera de la masa continental norteamericana, era descendiente directo de las familias fundadoras de aquel país, sus antecesores habían viajado el largo trayecto desde Inglaterra a través del océano Atlántico hasta Norteamérica en el barco Mayflower, siendo niño a Howard le encantaba visitar parajes solitarios y apartados donde daba rienda suelta a su imaginación, era un gran aficionado al detalle y a retratar con una enorme capacidad uno de los sentimientos humanos más soterrados en nuestras imaginaciones, fue un maestro de describir el miedo y el terror, una persona cuya capacidad narrativa habría de crear los pasajes más obscuros de la novela de misterio norteamericana hasta la aparición del mismo Stephen King, ese pensamiento humano para ambos autores constituye un espectáculo destructivo y desalentador, sin embargo el retrato de los sentimientos obscuros y profundos no es ajeno a la música, a Lovecraft le encantaba narrar pequeños lugares llenos de densa magia y obscura teatralidad, en sus narraciones imaginamos casas de madera rodeadas de bosques y vegetación espesa, lluvia y frío, la niebla y lo más importante en su narrativa, el misterio, pareciera que narrara aquellos pueblos ingleses como Crowley, un poblado cercano a Londres que alberga el segundo aeropuerto más importante de la región, sin embargo sus alrededores son bosques llenos de magia y ese mismo misterio que Lovecraft narraba en sus cuentos, es ahí, en Crowley donde nacería una banda a mediados de los 70's encabezada por una figura tan reconocible como mítica de la cultura del rock, quien ha sido capaz de sintetizar en pequeños poemas hechos canciones toda la escénica del misterio, el terror y el miedo del que todos somos tan susceptibles, Robert James Smith, el descuidado hijo iconoclasta del Rock, la figura del new wave de mediados de los 80's, el hombre de aspecto pálido hasta el paroxismo, los ojos delineados, el cabello alborotado y  los labios pintados de rojo, personificado en muchas ocasiones como un representante de la cultura dark, en otras como shoegaze, en otras como una figura introspectiva, siendo niño leyó la obra de Lovecraft y otros tantos autores de cuentos de terror que se reflejan en sus composiciones, de Mervyn Peake tomó la escuela de los versos disparatados, de las frases sin sentido, del surrealismo de sus versos, el ejemplo más claro es de su canción de 'The Drowning Man' tomada del texto Gormerghanst de Peake, de Albert Camus tomó la línea del absurdo de la existencia humana, planteando los problemas de conciencia de la sociedad británica de los 20's adaptados 50 años después, ese mismo sentido de patriotismo de su obra 'El Extrajero' la adaptó de forma magistral en la canción 'Killing an Arab', Camus en su obra 'El Sentimiento del Absurdo' relata la intrascendecia del hombre ante el cosmos, esa sensación de inferioridad que todos tenemos antes las circunstancias más obvias de la vida, Smith siempre ha sabido retratar esa situación tan primitiva en sus canciones, esa sentimiento de desolación, de no esperar nada del futuro y de la melancolía intensa que todo el tiempo nos rodea, también toma de Franz Kafka relatos cortos de su obra como en la obra 'At Night', de su imagen habría de tomar la de Siouxsie Sioux, esa efige emblemática del rock gótico de su etapa en Siouxsie and The Banshees, también toma de varios artistas como David Bowie, Thin Lizzy, The Beatles elementos en sus canciones, la tesitura vocal tan rica en elementos, tan variada en recursos, Robert Smith no es una figura improvisada, no es una imagen hecha de plástico lista para consumirse, a The Cure debe de entenderse en el contexto de lo etéreo, de la imaginación incansable de un hombre dedicado a su música, a su imagen, a su escénica como artista, el es quien tiene un pasado lleno de facetas obscuras, que ha sabido rodearse de personas  que entienden su mística, su mensaje, su forma de ver la vida, es un grupo que ha sabido reponerse de las adicciones y de todo lo negativo que rodea al Rock, se ha sabido rehabilitar en el sentido humano y como producto, en su obra Hamlet, William Shakespeare retrata a la novia del protagonista, Ofelia como un personaje de la nobleza británica, en el memorable último acto de la obra, sube a un sauce, árbol de la tristeza, símbolo de la melancolía, con sus ramas agachadas casi tocando el suelo, ahí, en ese contexto de sentimiento, trepa el árbol, la rama se rompe por el peso de ella, cae estrepitosamente a un arroyo en el  cual muere ahogada, muere incapaz de retratar su propia angustia, se retrata su muerte de la forma poética más bella de toda la literatura, The Cure en toda su grandeza es magnífica para retratar lo humano, siempre ha sabido retratar la belleza de lo obscuro, la calma de lo etéreo, la parsimonía de lo melancólico, todo aquello que humanamente es difícil de soportar, en sus canciones, en su letra, es una banda que impregna uno de los aspectos humanos más primordiales, el sufrimiento de la vida, del día a día, de todas aquellas situaciones que nos hacen pensar que no hay un mañana, que el sol no saldrá a través de la maleza, del retratar la luna ensombrecida por las nubes, del rayo de sol caído bajo la sombra de un árbol, de las lágrimas, de nuestro sufrimiento, ha sabido siempre fotografiar historias desgarradoras en sus canciones, en sus notas, en todos sus discos hay canciones que marcan, hay obras que nos dejan pensando que el presente negro será un gris amanecer y sin embargo siempre nos da la sensación de esperanza, The Cure es uno de esos incidentes de la vida, Crowley, Inglaterra a finales de los 70's era una época llena de desolación por las crisis mundiales, musicalmente estaban ahí The Clash, The Damned, The Sex Pistols, el sonido de rebeldía, ese espíritu provocador, eran tiempos de pelea y riña, tiempos de provocación, nadie se preocupaba por los sentimientos humanos más profundos como el miedo y la nostalgia, hasta que aparecieron Robert Smith y sus cómplices, el espíritu de esa generación que no perseguía la lucha sino la melancolía, de ahí debemos a que a más de 40 años de que aparecieron nos legaran un mundo lleno de existencialismo, lleno de preguntas, lleno de tan pocas respuestas, tal como lo decía HP Lovecraft hace más de 130 años, 'en este mundo todo eran sensaciones; pero dentro de ellas había elementos increíbles de tiempo y de espacio, cosas que en el fondo poseen una existencia clara y definida', The Cure es un espíritu infinito, tan infinito como es el miedo dentro de nosotros, en el año de 1989, dejó atrás un pasado sombrío en su música, comenzó a experimentar un poco más con música amable y agradable, lo cual jamás restó importancia a su lado obscuro y melancólico, supo adaptar esa dualidad de sentimientos en un disco que es su obra maestra, es una pieza artística llena de magia y de momentos de luminosidad, sin dejar de lado los matices obscuros, es una obra que a 25 años de su aparición nos sigue llenando de ese sentimiento de pertenencia al retratar nuestra melancolía como ningún otro disco lo ha hecho hasta ahora, Robert Smith prometió su mejor disco antes de cumplir sus 30 años, cuando sacó Disintegration tenía 29, una vida llena de éxitos y fracasos y toda la gloria de un artista consagrado por delante.


Creo que parte de estar en una banda como The Cure, al igual que en bandas como Joy Division o Nirvana, es que la gente espera que nosotros miremos al abismo por ellos.
- Lol Tolrhust, ex baterista de The Cure, sobre el hecho de pertenecer a The Cure -


Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento - 1989
Discográfica - Fiction (Reino Unido) Elektra Records (EUA)
Productor - Dave Allen y Robert Smith

- Recomendable Si Les Gusta -
Easy Cure de Easy Cure, Blue Sunshine de The Glove, A Kiss in the Dreamhouse de Siouxsie and The Banshees, Warsow de Joy Division, Substance de New Order, Feast de The Creatures, Prayers on Fire de The Birthday Party, Bela Lugosi's Dead de Bauhaus, First and Last and Always de The Sisters Of Mercy, Ocean Ride de Echo and The Bunnymen


      El octavo disco de The Cure llegó en un momento decisivo para la banda, tras la separación por problemas de alcoholismo de Lol Tolhurst y el incendio registrado en la habitación de Robert Smith no había esperanzas que un disco menos obscuro que sus antecesores (sobre todo la trilogía inicial de Seventeen Seconds, Pornography y Faith) pero situado en un intermedio entre el gótico y el rock pop, contaron con la colaboración de Dave Allen en la producción y con un intenso trabajo en los estudios Outside, el cual tensó un poco la relación de los miembros de la banda, fue además el primer trabajo del grupo que se editó en disco compacto y es sin duda alguna el trabajo más reconocido y famoso de The Cure, aunque en un principio la disquera Fiction no tenía buenas esperanzas en su distribución y venta y sin embargo alcanzó la fama con los sencillos y sobre todo, al ser una de las primeras obras conceptuales de Robert Smith la gran mayoría de seguidores lo señalan como el trabajo más completo del grupo.
     
Título del Disco
    El título del disco proviene de las tragedias que sucedieron durante la grabación de la obra, desde el incendio que vivió Robert Smith en su cuarto de hotel, la separación de Lol Thorhust por problemas de alcoholismo y tras varias situaciones extras se decidió usar la palabra Disintegration, en relación con el tiempo que se vivía y la carga emocional de los demás integrantes, según Robert Smith 'el tiempo termina desintegrando todo'

Portada del Disco
    Robert Smith caracterizado como el personaje de Ofelia de William Shakespeare, en la portada se encuentra palidecido, ensombrecido y triste, la foto fue tomada por Porl Thomson y Andy Vella, quienes recrean ese pasaje del relato Shakespereano donde Ofelia muere de forma trágica, la foto fue retocada por el artista John Everett Millais quien pintó flores negras para crear una atmósfera mucho más dramática y obscura.

Tracklist

1.    Plainsong (Recomendación 4 Estrellas)
2.    Pictures Of You (Recomendación 4 Estrellas)
3.    Closedown 
4.    Love Song (Recomendación 4 Estrellas)
5.    Last Dance 
6.    Lullaby (Recomendación 4 Estrellas)
7.    Fascination Street (Recomendación 4 Estrellas)
8.    Prayers For Rain 
9.    The Same Deep Water As You (Recomendación 4 Estrellas)
10.  Disintegration (Recomendación 4 Estrellas)
11.  Homesick (Recomendación 4 Estrellas)
12.  Untitled (Recomendación 4 Estrellas)



Track by Track Momentos Cumbre
- La apertura de Plainsong es impresionante, Simon Gallup, uno de los miembros más lonjevos y permanentes de la banda, acompaña a Robert Smith en un viaje de guitarras y sintetizadores, de repente tras los primeros acordes prístinos de la canción aparece la guitarra de Smith con esos efectos de flangers y choros que domina a la perfección, el viaje es intenso, cada nota que sale de su Fender Jaguar son ese ritmo y con ese eco tan característico nos invita adentrarnos a un mar en calma, una letra sentimental y llena de imágenes, surrealista, Boris Williams contribuye con el ritmo sincopado de la batería, el eco de la voz de Smith es también tan agradable a los oídos es una canción que abre una obra impregnada de matice sombríos y de momentos nítidos y claros como los efectos tan evocadores de la canción.
- Una noche durante una gira del grupo se incendió la habitación de Robert Smith de la que solo sobrevivieron las fotos de su esposa Mary, ese hecho dio pie al nacimiento musical de la canción Pictures Of You, una canción llena de guitarras superpuestas, de un ritmo intenso, obra de la batería del maestro Boris Williams, con ese efecto de cuerdas detrás de la canción y con esos riffs que emanaban del teclado magistralmente interpretado por Roger O'Donell, la guitarra de acompañamiento de Porl Thompson, el bajo intenso pero efectivo de Simon Gallup y la letra sentida de Robert Smith, es una oda de amor en 4 actos, interludios llenos de choros y eco en las guitarras, hay misticismo, hay magia en esta canción, esa llena de sentimiento y nostalgia, casualidad de la vida que solo hayan sobrevivido un par de fotos, y con ese hecho se haya retratado en una canción.
- El aire tribal de Closedown, incluyendo las percusiones, una canción llena de sentimiento y desolación, una pieza de transición que muestra cómo era el entorno del grupo, ese momento que estaban viviendo como una pequeña comunidad artística dedicada a realizar su obra magna, Boris Williams le dio ese toque de ritual a las percusiones, los teclados con sus ecos son obra de Roger O'Donell, Robert Smith y de Simon Gallup, la letra es hermosa, llena de evocaciones de amor, esos interludios son amables y evocadores, es una extraordinaria composición engalanada con las guitarras en staccatto de Robert Smith.
- No hay balada más representativa del Rock que Lovesong, una pieza maestra, una canción que es la versión madura de The Catch y de Close To Me, una declaración de principios en la letra y en la armonización, con sus tres secciones, esos versos que recitan pura nostalgia y amor, el intro es espectacular con esa mezcla de sintetizador con aires de instrumentos de viento, el tan conocido riff inicial es obra de Robert Smith que muestra sus dotes como guitarrista que si bien, jamás ha sido un virtuoso tiene su escuela de interpretación con su famosa técnica de staccatto, los interludios con sus conocidos acompañamientos de cuerdas estilo sinfónico, Simon Gallup elabora un complejo pero a la vez extraordinario riff de bajo, el acompañamiento de piano en el coro es a destacarse, una vez más los sintetizadores inundan una canción llena de sentimiento puro, previo al coro, Robert Smith susurra una línea que se ha vuelto como un mantra para todos los fans de The Cure 'fly me to the moon' recita Smith antes del solo de su guitarra, es una pieza que llegó a lugares insospechados para una banda de la calidad de The Cure, es una de esas canciones que sabemos va a perdurar por muchos años por la sencilla razón de que es una maravilla, una oda al amor escrita por uno de sus poetas más obscuros, una auténtica canción de amor.
- Last Dance y su riff inicial obra del maestro Robert Smith, Roger O'Donell y sus teclados crean una atmósfera que acompaña la guitarra y una vez más Boris Williams entreteje un ritmo tribal sobre la base del riff inicial, para después con una serie de complejos efectos inicia un solo de sintetizador previo a la aparición de las primeras frases de los versos, esta compleja y a la vez detallada y muy armónica sección se asoma tímidamente conforme avanza la canción, la letra es extraordinaria, ese poder que tiene Robert Smith para narrar historias llenas de nostalgia y temor, casi recita con voz desgarradora una plegaria contra el abandono y la soledad, el último baile descrito a detalle por una persona que se asomó al abismo y salió vivo de ahí.
- Otra obra maestra llega con Lullaby, es una de esas canciones que se disfrutan cada segundo que dura, el intro con la guitarra acústica y ese riff majestuoso que enarbola la sección de sintetizador, el bajeo inicial de Simon Gallup con ese slide que prepara el escenario para que aparezca la batería de Boris Williams con su compás tranquilo de 2/4, la guitarra de Robert Smith hace contrapuntos rítmicos que entablan una conversación amena con el sintetizador de Robert O'Donell que acompaña con un aire sinfónico, la letra habla de una situación metafórica, una sensación de angustia, los versos son casi recitados en silencio por Robert Smith, casi inentendibles, esa sensación de estar atrapado sin salida, es una pieza que llega justo a la mitad del disco, nos recuerda que The Cure hace canciones que nacen de la imaginación y de los sentimientos humanos más primitivos como lo es el miedo, la angustia, la desolación, Lullaby se encuentra en esa delgada línea que separa las obras maestras de las canciones ordinarias.
- El intro de Fascination Street con ese bajo de Simon Gallup es impecable, la forma de entrada anunciada por los efectos del sintetizador que semejan aves en vuelo para dar paso a un riff demoledor, la percusión de Boris Williams acompaña y se hace presente desde los inicios de la canción, para esta canción Porl Thompson acompañó con la guitarra rítmica, los riffs de Robert Smith son impresionantes, llenos de flanger, echo, choros, overdrive, una mezcla de efectos que crean una atmósfera única, esas pausas antes de los versos y la forma en que se acompañó la guitarra en los riffs son también a destacar, otra enorme canción en un disco que está lleno de momentos destacables.
- Prayers For Rain y sus aires sinfónicos, los acompañamientos de las notas iniciales con esa forma de crear atmósferas densas y obscuras, es otra canción de transición.
The Same Deep Water As You, una canción larga y con múltiples efectos agregados, la lluvia, los truenos, el aire se mezclan con las armonías de sintetizadores obra de Robert O'Donell, la letra que habla sobre la separación, la soledad, la incapacidad de vivir aislado, la guitarra de Robert Smith se asoma, aparece y desaparece en un mar entretejido de sintetizadores, es una canción que se extiende más allá de los 9 minutos, la canción más larga de todo el catálogo de The Cure.
- La canción que le da nombre al disco, extrañamente es una de las más animadas, Disintegration y su inicio con ese riff de bajo, obra de Simon Gallup el cual se encuentra de forma permanente a lo largo de la canción, a destacar también ese acompañamiento de sintetizador, la guitarra de Robert Smith con ese delay que le da una atmósfera de profundidad, es simplemente hermoso, una gran canción con una letra que también destaca por su simplicidad y belleza.
- Homesick y esa estructura de guitarra y piano, es una muy buena balada que se sale de la estructura convencional de las canciones del disco, es sin duda un tema aparte, nos recuerda esas tertulias musicales medievales con los acompañamientos, parece una ronda hasta que aparece la percusión de Boris Williams que marca un ritmo flemático y parsimonioso, es un tema que prepara el escenario para el gran final.
- La última canción es una maravilla, Untitled se une a una larguísima lista de canciones bajo el mismo nombre y que particularmente cuando se les denomina de esa forma siempre suelen ser temas impresionantes y en esta ocasión no es la excepción, la forma en que se construye la armonía con las guitarras y los efectos de sonido de la percusión destacan por su minimalismo y belleza, una canción que cierra un disco lleno de buenos momentos, íntegro en la idea de expresar la melancolía, una obra maestra de The Cure.


sábado, 15 de febrero de 2014

RadioJoshua - Disco de la Semana - Highway 61 Revisited de Bob Dylan

Radio Joshua en su Sección ya clásica con una recomendación más que agradable a los oídos ... Un disco que llegó después de conmocionar el mundo musical tras su histórica presentación en el Festival Folk de Newport, la historia personal de un hombre que nació para ser poeta y artista, para inspirar a más de 4 generaciones en sus 60 años de carrera, una obra que está llena de poesía, de insurrección y de lucha, un disco que retrata lo que Bob Dylan ha sido desde siempre, una persona que se renueva de acuerdo a los tiempos que vivimos


Bob Dylan - Highway 61 Revisited

Odessa, Ucrania, invierno de 1905, se produce uno de los pogromos antisemitas más trágicos que se recuerden, esa noche, ocultos tras la obscuridad de los pinos del bosque se encuentran Zigman y Anna Zimermman huyendo hacia Rumania y poco tiempo después hacia Estados Unidos, mucho más hacia el norte pero 4 años antes, otra comunidad judía es asediada por el gobierno Lituano y perseguida hasta su casi extinción, de ahí parten Benjamin y Libba Eldestein ocultos en un viejo tren que los lleva hacia Hamburgo para embarcarse hacia occidente, así de esas dos familias de inmigrantes nacerían Abraham y Beatrice, quienes se conocieron en un pequeño pueblo de Minessota llamado Duluth, un lugar frío sobre la planicie de los Grandes Lagos, poco tiempo después, con su primogénito de 6 años, parten al pueblo de Hibbing al enfermar Abraham Zimmerman de poliomielitis, en el frío del lugar, rodeados de bosques y montañas, es uno de sus hijos el que cambiaría el mundo de la música para siempre, fue educado bajo la estricta tradición judía, pero su mayor  diversión era escuchar un viejo fonógrafo en la sala de su casa que captaba una estación de radio que emitía su señal a miles de kilómetros de ahí, en la ciudad de Shreveport, Luisiana, ahí se mezclaron la mente prodigiosa de un niño que siempre mostró dotes artísticas y la difusión de un género que era en ese entonces la bandera de la opresión y el racismo, el blues que dejaba sentir su huella inerme en los oídos del pequeño Robert Zimmerman, una tarde escuchó una canción de Odetta Holmes, con esa voz de lucha y represión que la caracterizaba y que dieron al joven Zimmerman un primer contacto con su fuente inicial de inspiración, sentado al calor de la chimenea, pasan los años y escucha las leyendas del mítico Robert Johnson, escucha las armonías con aire country de Hank Williams y tras los cortes musicales se daban lecturas de poesía de la época y es ahí donde nació su gusto por la lectura de la generación beat, eran los 50's, era la época en que Ginsberg inspiraba a la generación beat y los textos de Jack Kerouac inundaban la conciencia de algunas mentes privilegiadas que podían asimilar su poesía simbolista, de ahí parte el pensamiento idílico del joven Robert, es en esos días en que conoce a su mentor inicial, un músico de protesta que llevaba ya muchos años en la lucha, oye las canciones de Woody Guthrie en 1957 y su vida cambia, forma varios grupos musicales que no duran más de algunos meses y en su anuario de graduación de la preparatoria escribe unas líneas que lo describen, para Zimmerman su más grande deseo es 'unirse a Little Richard', en 1959 deja Duluth para irse a la Universidad, no asiste a ninguna clase pues el llamado de la música, ese instinto primigenio que mueve las conciencias de algunos iniciados lo lleva a dejarlo todo, vende sus discos de acetato, una colección que había dado sentido a su vida para viajar a Nueva York con unos cuántos dólares para ver a su ídolo Woody Guthrie desahuciado en un manicomio a causa de la Enfermedad de Huntington, es ahí en el mes de enero cuando dos mundos se unen, el ver a su artista preferido de toda la vida postrado y con ideas demeciales no hace más que ensombrecer la triste realidad del joven Zimmerman quien alguna vez había confesado que escuchar a Woody era 'aprender a vivir',  lo visita varios días, aprende de él muchas cosas en silencio, sin hablarle, lo ve absorto en su mundo de locura, sin siquiera saber él mismo, no sabía que le deparaba el destino, se establece en Nueva York donde encaja en el circulo bohemio de la época, donde se lee poesía, donde los cafés son la novedad, donde la gente se reúne, expone sus ideas de la vida, elaboran intrincados juegos de palabras y los ambientan con guitarras, bajos, mandolinas, de ahí nacerá el folk que no habla de protestas y derechos civiles, que habla de lo más humano que tenemos, habla de los sentimientos y de ese aire de exploración interior, en ese lugar comienza a escribirse la historia artística de uno de los mas grandes músicos que ha dado la historia, ahí cambia su nombre en honor al poeta Dylan Thomas, quien en uno de sus versos recita 'La piedad canta, la inocencia endulza mi último aliento negro, la modestia oculta mis muslos entre sus alas', desde ese día se llama Bob Dylan, una mañana de 1962 abandona su pasado y renace cual ave fénix para impregnarse de toda la cultura beat,  aprende a tocar la armónica, día a día lucha por ganarse un espacio en todo ese ambiente de contracultura, es ahí donde conoce a su mánager, a su padre, a su amigo y a veces su mejor enemigo, Albert Grossman lo adopta y juntos emprenden un camino difícil en el a veces ingrato mundo del folk, ese año graba su primer disco, el icónico disco donde su cara de niño y su enorme boina lo ubican como una de las jóvenes promesas del folk, ese ritmo lo cobijó, lo hizo una estrella en un ambiente de intelectuales que encontraban en sus letras una línea de poesía profunda y con contenido, una línea que fue labrada muchos años antes cuando su cabeza era una esponja que se llenaba de pensamientos e ideas de lo que afortunadamente le dieron sus padres para leer, hizo propio ese ritmo, lo sintió, lo expresó, lo dominó, lo hizo parte de él y esos seguidores que tuvo lo reconocían más que como un músico como un profeta, sus canciones hablaban de aspectos de la vida tan palpables, hablan de discriminación, de los pobres, de los oprimidos, de la libertad, ahí caben Peter Seeger, James Meredith, ahí cabe la granja de Maggy, ahí se narra la lluvia fuerte que va a caer, caben las injusticias, todo lo humano está contenido en sus poemas hechas canciones, ahí se encuentran las respuestas, tal como lo dice en una de sus piezas más famosas 'la respuesta, amigo, está en el viento', son 5 discos hasta que en el año de 1965 todo revoluciona de nuevo, se presenta en el festival de Newport, la meca del Folk, donde Joan Baez, Johnny Cash, Hank Williams, el mismo Woody Guthrie y tantos otros míticos personajes del género ayudados con únicamente su guitarra y voz convocaban a más de 100 mil personas año con año, ese verano, Bob Dylan sale al escenario principal con su acostumbrada compañera de viaje, su guitarra acústica, tras dos canciones toma su guitarra Fender Straticaster y deja a todos absortos e impresionados al ejecutar dos piezas con una banda completa que toca instrumentos eléctricos, el más grande pecado de la música se realiza en Newport, el santo grial en manos de un vagabundo, en manos de un artista que revolucionó todo, pone un clavo en el ataúd que tardó 40 años en quitarse de la caja, ese día, ese año, en ese mismo instante en que toda la tierra se detiene tras los acordes de 'Like a Rolling Stone', esos 7 minutos en que le gritan de todo, lo abuchean, lo insultan, no ha existido una afrenta más grande en toda la historia de la música, la obra está consumada, desde ese día el héroe, el ídolo folk enfrenta sus demonios y abandona su pasado, otra vez, una vez más se reinventa, todo eso antes de cumplir 30 años de edad, se ha encontrado a si mismo al tirar al olvido todo lo que había hecho antes, es un acto de valentía, una desafío hacia todo, se da el precedente de lo que sería su disco más grande, una obra maestra inspirada en un camino que va desde Minessota hasta New Orleans, la autopista 61, el camino del blues, donde la música llena cada kilómetro de anécdotas, inicia en la ciudad del bluegrass, New Orleans y su dixieland, sus bandas, su carnaval, sus calles con aires franceses, continúa sobre Luisiana, capital mundial del blues, llega hasta Memphis, donde el country y el rock sureño se gestaron en una mezcla interesante que continúa hasta nuestros días, sigue el transcurso entre los campos del algodón y las granjas de camarones del Mississippi, llega a los valles de maíz y trigo de Iowa, con sus  planicies, su silencio, su desolación, hasta el frío de Minessota y hasta la frontera con Canadá, ese camino vio a Roberth Johnson, el padre del blues ser parte de la leyenda de vender su alma al diablo en el cruce de esa autopista con la autopista 49, es ahí a unos cuantos kilómetros en Tupelo donde nacería el Rey Elvis Presley, es justo a unos metros de donde asesinaron a Martín Luther King, esa carretera es un símbolo de libertad, de movimiento, de oportunidades, de historias de personas que abandonaron su pasado para renacer en un presente que se da día a día, que es nuestra propia autopista que creamos todos con cada cosa que hacemos, los sentimientos humanos son vulnerables al enfoque y a la perspectiva, a veces se pierden en la realidad que vivimos, a veces necesitamos guías, faros que orienten nuestro andar por el mundo, es en es contexto, donde Bob Dylan escribe la más grande historia de una transición que ahora nos es tan natural, pasó de ser el héroe del folk, a ser el héroe del rock, a inspirar a más de 4 generaciones, a llevar más de 60 años en la música, a ser mentor de personajes que hoy son leyenda, todo lo que yo pueda escribir sobre él no será suficiente para explicar su grandeza, tal como lo dice Keruac (a propósito de versos sobre los caminos, ese autor de los Vagabundos del Dharma, que ha inspirado a tantas personas) en una de sus obras más famosas, como una premonición sobre Dylan y su renacimiento ... 'Alabado sea el pétalo interior abierto, carne del pensamiento más tierno. Alabada sea la ilusión, el murmullo. Alabado sea el sagrado océano de la eternidad. Alabado sea yo, que escribiendo, ya muerto, y muerto nuevamente he vuelto a nacer'
No voy a ser capaz de hacer un disco mejor que aquel... Highway 61 es demasiado bueno. Hay mucho material en él que yo mismo escucharía
- Bob Dylan, sobre Highway 61 Revisited -


Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento - 1965
Discográfica - Columbia Records
Productor - Bob Johnston y Tom Wilson

- Recomendable Si Les Gusta -
In My Own Dream de Paul Butterfield Blues Band, I Stand Alone de Al Koope, Music From Big Pink de The Band, Sailing To Philadelphia de Mark Knopfler, Travelling Wilburys de The Travelling Wilburys, Wonderwall Music de George Harrison, Hard Promises de Tom Petty and The Heartbreakers, Astral Weeks de Van Morrison, Anthem Of The Sun de Grateful Dead, Noël de Joan Baez, Songs Of Our Soil de Johnny Cash y Fairytale de Donovan

     Entre 1964 y 1965, Bob Dylan vivía una época frenética, había hecho algo ya para la historia en el festival de Folk de Newport y había anticipado la salida de un disco lleno de rock y de instrumentos variados más allá de la guitarra acústica que lo había acompañado toda la vida, había reclutado a una serie de músicos que ya Dylan había conocido previamente, en la guitarra de acompañamiento se hizo de los servicios de Mike Bloomfield, guitarrista del grupo de Paul Butterfield, quien en ese entonces confesó no tenía ni una funda para su Fender Telecaster, Dylan lo invitó a Nueva York para las sesiones de grabación del Highway 61 Revisited, se les unió como un productor emergente (ante la inminente salida de Bob Johnston) Tom Wilson quien era muy amigo del pianista Frank Owens, el cual ya tenía cierta fama en el circuito de blues de Nueva York por lo que su contratación para el proyecto del disco se dio de manera casi inmediata, conocieron en el trayecto a Russ Savakus un bajista también renombrado del circuito de New Jersey, Bobby Gregg el baterista se unió al final y la banda estaba ya completa, Bob Dylan se encargaría de darle vida a sus letras con todo el poder que una verdadera banda de rock iba aportarle, se descartaron una serie de temas que serían después re editados como singles o como versiones martirizadas en trabajos posteriores, fue el final de una etapa muy importante para Dylan, para empezar inició una era llena de rock en un estado más que puro, exploró el blues, se tomó la decisión de aportarle un sonido más directo a sus presentaciones, fue una época en que su espíritu rebelde lo reflejó en sus letras, es un trabajo que influyó notablemente en la música popular y en el Rock y que ha sido nombrado siempre dentro de las listas de los mejores discos de todas las épocas, Highway 61 Revisited es una obra redonda por donde quiera que se le vea.


Título del Disco
    El título es por la conocida autopista que va desde la frontera canadiense en Minnesota hasta Luisiana, pasando por New Orléans, Memphis y demás lugares icónicos para el blues y la cultura afroamericana en general.

Portada del Disco
    La foto de la portada es obra de Daniel Kramer, quien fotografía a Dylan sentado en un escalón de la casa de Albert Grossman en Nueva York, específicamente en Gramercy Park. 

Tracklist

1.    Like A Rolling Stone (Recomendación 4 Estrellas)
2.    Tombstone Blues (Recomendación 4 Estrellas)
3.    It Takes A Lot To Laugh, It Takes a Train to Cry 
       (Recomendación 4 Estrellas)
4.    From a Buick 6
5.    Ballad Of a Thin Man (Recomendación 4 Estrellas)
6.    Queen Jane Approximately (Recomendación 4 Estrellas)
7.    Highway 61 Revisited 
8.    Just Like Thom Tumb's Blues (Recomendación 4 Estrellas)
9.    Desolation Row (Recomendación 4 Estrellas)

Track by Track Momentos Cumbre
- La tarola de inicio de Like a Rolling Stone es una llamada para la apertura de una obra maestra, una amalgama de blues, impresionismo y alegoría, una metáfora de la vida cantada en 7 minutos, una rima que transciende por su espíritu combativo y retador, es una de esas canciones que dejan huella en quien las escucha, Bob Dylan escribió la canción en el verano de 1965 durante la gira en Europa, tal como está documentado en la película Don't Look Back, un día estando en una granja al oeste de Woodstock, Nueva York, juntó a varios de los integrantes de The Band para empezar con la composición de la canción, se sentó al piano y empezó a interpretar una canción en tono sol sostenido, Mike Bloomfield, el guitarrista invitado al iniciar la canción comenzó a elaborar solos con bends, sin embargo a Dylan no le pareció adecuado pues no quería 'sonar como BB King' por lo que los arpegios que quedaron en la grabación original surgieron de esa propuesta, Al Kooper que era otro guitarrista de sesión tras haber ya grabado las tomas finales se sentó a improvisar notas en el órgano Hammond, sin embargo repetía las notas algunos segundos después que el resto de la armonía, a Dylan cuando escuchó la mezcla final ese efecto desfasado le encantó, por lo que al final quedó con más volumen en la mezcla, el pandero lo tocó Bruce Langhorbe y Paul Griffin interpretó la melodía del piano, la letra es extrañamente una mezcla entre reclamos y venganza, pero dice muchas cosas muy acertadas sobre la realidad que se vivía en 1965, tiene versos significativamente elaborados, con una mezcla de estilos que van desde lo simbólico hasta lo surrealista, hay quienes insinúan que la letra es dirigida a Andy Warhol, también constituye una afrenta directa a la invasión británica, es una canción parte del orgullo americano por la música, una pieza que relata bajo aspectos sencillos la vida de cualquier persona que la quiera tomar, el título es bello, significativo, andar por la vida como una piedra rodante, perdiendo el sentido real de las cosas, viviendo una realidad día a día, sin esperar nada a cambio, sin un futuro inminente, se levanta el telón de una obra magnífica.
- El blues a toda velocidad de Tombstone Blues, una letra extraña y con tintes metafóricos, Bob Dylan dice demasiadas frases como para entender a que se refería, una reminiscencia del pasado, el blues de Luisiana se apodera de este corte de 6 minutos, Mike Bloomfield ahora si inunda la canción de los típicos bends del estilo bluesero, la guitarra de acompañamiento la ejecuta de forma magistral haciendo riffs por todos lados, los solos son complejos y bastante nutridos de sentimiento, la batería de Robert Gregg va a toda velocidad, a más de 160 bpm, un compás entrecortado de 2/4 y la aportación de la pianola muy al estilo sureño de Al Kooper, que siendo guitarrista exportó mucho en el piano, una canción muy sui generis, se disfruta mejor al calor del verano.
 It Takes A Lot To Laugh, It Takes a Train to Cry es la contraparte de la anterior, una enorme canción llena de sentimiento sureño, blues de doce barras en toda su expresión, impecable muestra de talento de The Band, mantienen ese ritmo de comparsa, los 4/4 que dura toda buena pieza bluesera, tiene todo lo que se necesita, están los acompañamientos en contrapunto del pino, está la armónica, está la letra triste y desgarradora, esta el sentimiento, una pieza que queda lejos de las más famosas del catálogo Dylanesco pero es una maravilla.
- From a Buick 6, es una canción de transición, otra pieza de blues-rock que no termina de encajar en uno u otro género, se encuentra a medio paso entre ambos, sin embargo es una canción que combina los acordes del piano Hammond de Al Kooper con la voz rasposa de Bob Dylan, la batería de Robert Gregg mantiene un ritmo constante y el bajo de Russ Savakus es respetablemente una de las mejores interpretaciones del disco, una pieza festiva, con un solo de armónica impecablemente realizado por Dylan.
- El siguiente tema es una de las canciones con más sentimiento de Bob Dylan de todo el disco, una pieza llena de alegorías, desde esa interpretación en primera persona de 'Mr Jones', los primeros acordes tan parsimoniosos del piano de Al Kooper y el ritmo de batería tan tranquilo de Robert Gregg se anticipa una pieza con un tinte de tragedia, así lo es, la letra es triste, melancólica, esos interludios del piano de Kooper son magistrales, toda la canción transcurre en ese aire trágico y de expectación que constituye a The Ballad of a Thin Man como una pieza única y estremecedora, los solos de guitarra de Mike Bloomfield le añaden aún más dramatismo, estupendo tema.
- La tranquilidad de la apertura de Queen Jane Approximately, es una pieza con una carga emocional distinta, ese aire de reclamo por una decepción de amor, una verdadera apología ambientada con música, un tema extraordinario, las transiciones entre el blues y el rock, con esos aires de los temas de los 50's, hay recuerdos de The Shadows, The Doobie Brothers, The Pinguins, de tantos grupos de rock, y ese solo de armónica de Bob Dylan es conmovedor, como se juntan las notas de la armónica con los arpegios de la guitarra de Mike Bloomfield es sencillamente maravilloso, otra grandiosa pieza.
- La enorme capacidad de Bob Dylan de crear historias se manifiesta en la canción que le da titulo al álbum, Highway 61 tiene 5 historias en una, están personajes bíblicos, Mack el Dedo, Georgia Sam, el hombre que quería una guerra nuclear, es una pieza extravagante con ese sonido de sirena que hizo Mike Bloomfield, es una canción que retrata la forma de componer tan amplia y todos los recursos que tenía Dylan para componer.
Just Like Thom Tumb's Blues es una excelente pieza donde se elabora una conversación interesante entre dos estilos diferentes de piano, Al Kooper ejecuta un piano Hohner Planet con un tono muy natural y cálido y Paul Griffin un piano Tack, ambos elaboran cada uno por su lado una amovía diferente, lo cual enriquece tanto la estructura del tema, es una pieza grandiosa por su constitución armónica, una de las joyas escondidas en el Highway 61 Revisited.
- La última pieza es grandiosa, Desolation Row es una pieza folk con aires flamencos, la guitarra de Bob Dylan con el peso de la armonía y Mike Bloomfield con su guitarra de cuerdas de nylon española acompaña uno de los temas más intensos de todo el catálogo Dylanesco, es esta pieza la que cierra un ciclo, después de este disco Dylan y todo el rock nunca fueron los mismos.