RadioJoshua en su sección ya clásica con una recomendación más que agradable a los sentidos ... Uno de los tantos grupos de la Avanzada Regia que empezó a hacer ruido a finales de los 90's, de una mezcla ecléctica entre el punk y el ambient pop, de orígenes tan distintos como lo fue la música de su primer material, eran la vanguardia en un ambiente que se impregnó de las ideas musicales del otro lado de la frontera con una mezcla de electrónica y trip hop, letras muchas veces absurdas e incoherentes pero un enorme sentido del ritmo y de lo comercial, fueron pioneros en un género que todavía sigue dando de que hablar, una generación entera creció con ellos, nostalgia, música y mucho kitsch
Plastilina Mosh - Aquamosh
Se inventó en la ciudad de Bristol, por decirlo de alguna manera, todo surgió del lado oeste del segundo puerto más importante de Inglaterra, una ciudad que ya había sido la cuna de varios géneros, algo misterioso ocurrió a finales de la década de los 80's, el puerto que había sido tan famoso en el siglo XVI como lugar de tráfico de esclavos contaba con una riqueza étnica que llevaba al menos 4 siglos de historia, en Bristol se encontraron los primeros habitantes de todo el Reino Unido que procedían del África, también a finales del siglo XIX llegaron personas procedentes de las colonias británicas como Jamaica y algunas islas del caribe, esto dio a ese puerto una mezcla tan interesante de tradiciones, cultura y sobre todo de música, en esa década de 1980, los artistas británicos comenzaron a interesarse mucho por los ritmos africanos y caribeños, comenzaron a experimentar con un sonido nuevo que llegaba a ellos en forma de discos de vinilo y que supieron (acertadamente) meter en sus tornamesas y equipos primitivos de mezclas, fue ahí cuando comenzó a realizarse el fino arte del sampler, el cual bien logrado crea mágicas atmósferas sonoras, es todo un arte el copiar y modificar un extracto de cualquier pieza y usarlo a conveniencia junto con una percusión que casi siempre sale de una caja de ritmos, con esos dos elementos, en Bristol a inicios de los 80's nació el Trip Hop, género de raíces africocaribeñas pero que por una coincidencia histórica encontró en los músicos británicos su cuna y su verdadero centro neurálgico, fue con un estilo de ritmo jamaiquino llamado 'down tempo' que el Trip Hop encontró su base rítmica, esa forma de llevar el ritmo con parsimonía y elegancia distingue a esta forma de hacer música de cualquier otra, a partir de esa percusión se puede agregar todo tipo de acompañamiento, eso lo sabían hacer muy bien en aquellas épocas ochenteras la gran mayoría de los DJ's de los clubes de Bristol, pero uno en particular podría considerarse el punto de inflexión hacia una nueva forma de hacer música, había una comunidad de músicos llamada la Wild Brunch, que se juntaban los fines de semana para llevar sus vinilos de artistas del Soul, del R&B y del hip hop tradicional para jugar con las mezclas en un proceso creativo colectivo donde todos aportaban a la mezcla algo original y novedoso, es en ese club donde nace, crece y se desarrolla el género, madura de una forma impresionante y alcanza gran popularidad, el sonido de Bristol comienza a darse a conocer más allá de esa ciudad portuaria, nada en el mudo sonaba igual a los que ahí se hacía y llega rápidamente a Manchester, a Liverpool y por fin a Londres donde se suscita una verdadera fiebre por el género, ahí comienzan a recordarse los nombres de esos alquimistas del sonido, de repente Adrian Thaws quien fuera un artista del graffiti y de raíces jamaiquinas se hace de una enorme fama con su seudónimo Tricky Kid, hasta que sólo se denomina Tricky, salen otros nombres de ese colectivo, de repente el mundo se inunda de Trip Hop, aparecen Massive Attack, Morcheeba, Portishead, todos ellos herederos de una tradición sonora que no se habría consumado de no ser porque la esclavitud llevo ese lado del mundo las raíces de esa música, entre los grilletes y las bolas de hierro, los esclavos entonaban cánticos de libertad y justicia, no era gospel, no eran canciones de esperanza, eran ritmos avanzados usando las percusiones que sus endebles pero a la vez resistentes cuerpos les daban para pasar las noches solitarias en las barracas, mirando con esos ojos de hastío y rabia lo que del mundo les era arrebatado por los intereses económicos de las potencias europeas, de ahí ese estilo del down tempo que es hipnótico, es un ritmo que tiene componentes de abstracción increíbles, que hace soñar atmósferas sonoras tan distintas con voces o percusiones, a partir de ese momento, finales del los 80's el Trip Hop llega a Estados Unidos y encuentra en el Bronx y en el lado oeste de es país como en los Ángeles su lugar de asentamiento, comienzan a figurar nombres en esa incipiente pero llena de dinero industria discográfica americana, pero a la vez influencian el nacimiento de otro sub género que es el industrial, una vertiente menos armónica y si más ruidosa con artistas como NIN, ese lado sur de la unión americana es un mercado codiciado por la industria, no solo de ese país sino también del nuestro, existió entonces la gestación de otro colectivo de músicos que llenó de música las estaciones de radio atestadas de redoba y banda de la ciudad de Monterrey a finales de los 80's, una noche de otoño de finales de esa década, estaban en el famoso bar del café Iguana de esa ciudad uno de los grupos más destacados de un movimiento que se le denominó la Avanzada Regia, se encontraban amenizando el lugar Jonás Gutiérrez conocido por sus estridentes sonidos de guitarra fruto de sus viajes al otro lado de la frontera para comprar equipo y pedales de efectos , también estaban ese día el gran guitarrista Rolly Támez, el baterista Omar Góngora y el Wiwa Punch en el bajo, es grupo llamado Koervoz de Malta combinaban el ruido de sus influencias como Sepultura, War y Black Sabbath con los ritmos afroantillanos de Mano Negra, era una mezcla extraña, subversiva e interesante, entre el público se encontraban la otra cara de la Avanzada, estaban los integrantes del grupo los Arcanienses, formado por los amigos de un joven pianista prodigio llamado Alejandro Rosso, ese grupo caracterizado por sus interpretaciones de música etérea y de corte clásico, quienes conocían la obra de los artistas de la época dorada del clasicismo austriaco y alemán como Bach, Beethoven y Schumman y las llevaban al rock, de esa mezcla tan extravagante años después saldría el grupo Plastilina Mosh, pionero en nuestro país de las cajas de ritmos y el Trip Hop en sus inicios, tomaron elementos que eran clichés de una época que no les perteneció, de la cual eran unos niños cuando estaban en auge, tomaron el estilo de Mauricio Garcés en su forma de vestirse, el cine de bajo presupuesto de los 70's para sus historias, tomaron elementos del funk y del hip hop, absorbieron el Trip Hop, se adueñaron de la forma de hacer samplers con elementos de los 60's y 70's, fueron kitsch, ese estilo que por mal gusto termina siendo adorable, dos elementos tan distintos en sus gustos, uno de ellos fan del metal y el rock más rudo, el otro escuchaba las variaciones Goldberg de Bach de Glenn Gould, las dos caras de una moneda que había sido lanzada por el destino, de juntar dos mentes prodigiosas en un mismo barco que estaba dirigido hacia el mismo destino, esa Avanzada regia nos dio tantos grupos buenos en sus épocas doradas, Monterrey fue la capital del rock de vanguardia, la cuna de un sonido que se gestaba con influencias de todo el mundo, estaban quienes hacían cambias/rock como el Gran Silencio, tremendamente influenciados por los grupos uruguayos y argentinos, estaban quienes hacían un Rock mucho más americanizado y comercial, un pop rock digerible y altamente armónico como Jumbo, quienes hacían un poco más de ruido y copiaban a The Beatles como lo fueron los Zurdok Movimiento, o copiaban el brit pop como Volován, hubo otros que se inclinaron más por los ritmos latinos y caribeños como los Kinky, otros que se copiaron a Green Day y todos los exponentes del Happy Punk como Panda, hubo quien mezcló el hip hop con redoba y banda como Control Machete, hubo rap y música de protesta de altos vuelos como los de La Última de Lucas, pocas veces una ciudad generaría tanta música en tan poco tiempo, fueron 10 años dorados donde la vanguardia venía del norte y los que habitamos esta parte de México apenas podíamos seguirles la pista, ese movimiento gestado a inicios de los 80's con grupos que solo se oyen sus leyendas como los Le Fruit Company, Eitaph, Rouxé y Midas Touch de los que solo nos quedan las historias en los lugares donde su música inundó los oídos de unos cuantos iniciados, eso que comenzó como totalmente underground llegó al mainstream a finales de los 90's, la enorme influencia que tenía el vecino del norte en esas bandas se veía hasta en la forma de escribir las canciones, así como en Bristol, del otro lado del mundo la escena se llenó de samplers aquí nos llenamos de guitarras, esa época dorada de la Avanzada Regia vió como la mayoría de sus grupos eran aceptados por un público lleno de ganas de escuchar cosas novedosas, el movimiento de Rock en tu Idioma había quedado atrás apenas 5 años antes, la gente estaba lista para lo nuevo, de ahí el gran éxito, para cualquier adolescente en los 90's esos discos se volvieron imprescindibles, las canciones himnos y esa nostalgia que inunda nuestras mentes cada vez que escuchamos canciones de la época son fruto de una era previa a la peor crisis económica de nuestra historia, previa a tantas cosas que en lo social y político nos toco vivir como meros espectadores, los tiempos cambian y en la música esa también es una máxima, la capacidad de adaptación a lo nuevo, hay personajes que sobreviven por más de 50 años en este ambiente donde renovarse o morir es la regla, en la música las cosas suceden de forma vertiginosa, pero los grandes trabajos siempre quedan como una huella indemne del paso del tiempo, al escuchar nuestros clásicos también traemos a nuestra memoria los lugares y las circunstancias del momento, nuestra mente es una caja de recuerdos, una caja de ritmo que late junto con nuestros corazones, no somos nada sin nuestras memorias, sin nuestra música, sin nuestras canciones.
- Una explosión de talento, de jazz, ambient, hip hop, trip hop todo mezclado y aderezado de una forma tan impecable que habría de considerarlo la obra maestra de la Avanzada Regia -
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El primer trabajo del grupo Plastilina Mosh es una obra redonda por donde se le observe, el trabajo de estudio conjuntó una producción que sabia hacia donde se dirigía el proyecto junto con un grupo de talentosos músicos que fueron reclutados por el dueto de Alejandro Rosso y Jonás Gutiérrez a inicios de los 90, en sus filas estaban el bajista Milton Pacheco quien dominaba el funk, estaban también el baterista Rully Támez, fue grabado en colaboración con los estudios de Soni en El Paso Texas y en Monterrey en el año de 1998, algo distante para una era donde la Avanzada Regia ya había dado mucho de que hablar y sin embargo este disco catapultó a la fama al dueto quien años más tarde no ha podido igualar otro disco de estas características.
- Una explosión de talento, de jazz, ambient, hip hop, trip hop todo mezclado y aderezado de una forma tan impecable que habría de considerarlo la obra maestra de la Avanzada Regia -
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Ficha Técnica
Fecha de Lanzamiento - 1998
Discográfica - Soni Music
Productor - Alejandro Rosso
- Recomendable Si Les Gusta -
Acoustic de Everything But The Girl, Who Can You Trust? de Morcheeba, Melody AM de Röyksopp, Hairway to Seven de Butthole Surfers, Dummy de Portishead, Things To Make and Do de Moloko, The Magnificient Tree de Hooverphonic, Koervoz de Malta de Koervoz de Malta, Arcanienses de Los Arcanienses
Acoustic de Everything But The Girl, Who Can You Trust? de Morcheeba, Melody AM de Röyksopp, Hairway to Seven de Butthole Surfers, Dummy de Portishead, Things To Make and Do de Moloko, The Magnificient Tree de Hooverphonic, Koervoz de Malta de Koervoz de Malta, Arcanienses de Los Arcanienses
Título del Disco
El disco lleva por título una de las mejores canciones del catálogo de Plastilina Mosh, Aquamosh es la octava canción del disco.
El disco lleva por título una de las mejores canciones del catálogo de Plastilina Mosh, Aquamosh es la octava canción del disco.
Portada del Disco
Un auténtico despliegue de imaginación, unas gotas de mercurio sobre una base de acrílico elegantemente detallado con esos brillos sobre las gotas.
Tracklist
1. Niño Bomba
2. Afroman (Recomendación 4 Estrellas)
3. Ode To Mauricio Garcés (Recomendación 4 Estrellas)
4. Banano's Bar (Recomendación 4 Estrellas)
4. Banano's Bar (Recomendación 4 Estrellas)
5. Monster Truck (Recomendación 4 Estrellas)
6. Encendedor (Recomendación 4 Estrellas)
7. Bungaloo Punta Cometa (Recomendación 4 Estrellas)
8. Aquamosh(Recomendación 4 Estrellas)
9. I've Got That Milton Pacheco's Feeling (Recomendación 4 Estrellas)
10. Pornoshop
11. Savage Sucker Boy
12. Mr P. Mosh
Track By Track Momentos Cumbres
- El disco abre con la letra oligofrénica de la canción Niño Bomba, el primer sencillo que salió del disco, ese intro de bajo con el sello del slap style de Milton Pacheco acompañado de una percusión efectiva al estilo de los MC del hip hop clásico (véase Dr Dre, Public Enemy, entre otros tantos) la letra narrada a la vieja usanza del hip hop nos recuerda las rimas callejeras de los clásicos como los inolvidables A Tribe Called Quest, la guitarra llena de dub de Jonás Gutierrez de repente entra para acompañar esa percusión tan efectiva, inundando de sonidos la pista, Alejandro Rosso en su plan de contrapunto vociferando sus rimas y acompañándolo de sonidos onomatopéyicos, en el mundo alternativo el Niño Bomba era un arma secreta que se iba a utilizar para fabricar un atentado contra el Presidente, en nuestro mundo real ese mismo niño nunca llegó, a destacar esos contrapuntos del piano al estilo de órgano Hammond de Alejandro Rosso, una excelente forma de abrir el disco.
- Tal vez fue muy adelantado incluir Afroman como segundo tema del disco, tiene tanto que mencionarse de este tema, inicialmente ese intro de guitarra lleno de Wah contrasta de forma impecable con la línea de bajo de Milton Pacheco quien demuestra su dominio sobre el funk, Afroman es un paradigma en las canciones del catálogo de Plastilina Mosh, las programaciones de Alejandro Rosso transcurren como pequeños detalles que van cobrando tanta importancia en el desarrollo de la canción, esos efectos como de aeroplano son muestra de su dominio sobre la caja de ritmos, usando samplers que van y vienen a lo largo del tema, la forma de mencionar los versos y la forma de conjuntarse en los coros, es un diálogo en contrapunto entre los dos artistas, se complementan ambas voces de forma sutil pero efectiva, el piano que comienza a escucharse le añade ese toque entre retro y moderno, esta pieza parece haberse perdido hace años, es como si Funkadelic hubiera enterrado material inédito y se hubiera encontrado con el paso de los años, Afroman es un tema que define de forma impecable lo que significaba Plastilina Mosh en esos años 90's, un grupo atrevido que innovaba con el material que tenía.
- Banano's Truck son dos temas en uno, la primera parte transcurre sin pena ni gloria como un tema de hip hop lleno de distorsión en las voces que tal vez fue excedido en cuanto a su duración, recuerda las primeras épocas de hasta llegar a esos efectos en el interludio que anuncian un piano que va formando notas encima de la percusión, esa forma tan extraña y propia de agregar este instrumento es obra de Alejandro Rosso, quien desde Arcanienses ya se atrevía a hacer este tipo de incursiones sobre las percusiones, la pieza en esta parte se parece mucho a las composiciones de jazz latino al estilo de Chic Corea o del maestro Rubén González, también esa línea de improvisación se parece a las composiciones de Brad Meldhau con su power trío de Jazz cuando interpreta e improvisa sobre base de ritmo latino, Rosso hace de todo desde notas en contrapunto, variaciones sobre las escalas, asciende y desciende sobre las notas del piano clásico demostrando la formación como pianista clásico, es un tema que nos demuestra esa ambición funk que tenían en sus inicios, misma que se fue diluyendo a través de los años en sus trabajos posteriores.
- Monster Truck y ese inicio con guitarra con bastante distorsión, un rock atípico por los versos que semejan mucho a lo que realizaban las primeras bandas del Sur de Nueva York a mediados de los 80's, el riff de guitarra inicial es obra de Jonás Gutiérrez quien demuestra su enorme talento con el instrumento, la cadencia con la que se recitan los versos es muy similar en contenido al viejo estilo de los MC de Harlem, muy al estilo de los Jungle Brothers o de los ya citados A Tribe Called Quest.
- Una canción de transición con todo y sus scratcheos y loops muy al estilo de lo que hacían en sus años de gloria el grupazo Gang Starr, Encendedor es una mezcla muy interesante entre un rap muy bien logrado con todos de fusión, un poco de jazz rap, el uso de los sampleos hace muy variado el sonido de Plastilina Mosh, como si trataran de emular la vieja escuela de sampleo como los que hacía el legendario Ahmad Jamal con las canciones de Jazz Raping Desmonds, una muy buena canción que da paso a la parte más variada del disco.
- Bongaloo Punta Cometa es una tremenda canción, esta situada a medio camino entre lo que hacen los maestros de Morcheeba y The Roots, la letra es cantada por Jonás Gutiérrez, una letra francamente sin sentido, solo trata de emular una armonía de guitarra que se encuentra presente a lo largo de la canción, las voces femeninas distorsionadas y ese ritmo constante que sale de la tornamesa nos demuestran ese emblemático empleo de scratch y loops, el interludio es de lo mejor del disco, esa forma de combinar en contrapunto las guitarras y las notas de los samplers es formidable, una grandiosa canción que tampoco recibe el mérito que se merece.
- Una verdadera joya es la canción que le da el titulo al disco, Aquamosh es un híbrido de una canción de hip hop que se nutre del talento para el sampleo de Alejandro Rosso con las tornamesas, a destacar ese sampleo que hace muy al estilo de The Roots, la canción se llena de voces femeninas sampleadas y enriquecidas con tonos retro, la guitarra de Jonás Gutiérrez nos recuerda un pasado remoto con altas dosis de trémolo, el bajo de Milton Pacheco enriquece aún más el sonido, esos interludios llenos de sonidos hacen que Aquamosh sea una verdadera joya dentro del catálogo plastilino, los de Plastilina Mosh hacían muy buena música en sus inicios, se atrevían a innovar en un mercado que si bien ya había sido medianamente explotado aún requería de talento joven para terminar de encajar en una escena dominada por el pop y el rock.
- I've Got That Milton Pacheco Kinda es la mejor canción de todo el Aquamosh, es una de esas canciones al viejo estilo del Trip Hop, una hermosa fusión de hip hop con tonos pop aderezada con jazz fusión y un poco de dubstep, ese piano que se asoma en la canción es obra de Alejandro Rosso quien ya había dado muestras de ese enorme talento que tiene en la improvisación sobre las secuencias y los loops de sus tornamesas, las voces femeninas que cantan en francés le aportan ese toque de elegancia a una canción que no es conocida. tampoco valorada en ninguno de sus sentidos y sin embargo demuestra la enorme capacidad de invención que tenían en su primer trabajo, la guitarra llena de efectos se mezcla con una armonía ya de por si disfritable, es una de esas canciones que nos transportan a otro lugar, es ir a Bristol y toparse de frente con toda la escena de ese lugar de mediados de los 90's, es saludar a Morcheeba, a Massive Attack, a Tricky, hablarle de tu a Cibbo Matto y a Sneaker Pimps, incluyeron hasta cellos casi al final de la canción, ese solo de piano con eco del final es impecable, la mejor canción sin duda de todo el catálogo de Plastilina Mosh.
- Pornoshop, una canción de transición, un híbrido de hip hop con grime, un patrón complejo de 2 steps tan característico de ese estilo, toma elementos de dance hall y samplea una voz que es la misma que Kinky usaría años después en su famosa canción Ejercicio Número 16, de sonoridad obscura, la línea d e bajo sobre una escala menor le da ese aire de impotencia y sin embargo e suma canción que solo sirve de enlace, es la parte más obscura del disco y le quita algo de luminosidad a lo que ya había ganado con las canciones anteriores, prescindible sin lugar a dudas.
- Savage Sucker Boy continúa con esta parte densa y obscura del disco, se samplearon cortes de películas de acción para darle vida a la canción, que sin embargo se nota que fue un trabajo complementario que paso sin pena ni gloria, la letra bastante limitada, solo un mismo loop se va y viene a lo largo de una armonía construida sobre la caja de ritmos, es una canción también prescindible.
- Mr P. Mosh es una de esas canciones que llegó para quedarse, no hubo quien naciera entre 1978 y 1985 que no se sabe esta canción, fue intrepretada una y otra vez en ese año de 1998, estaba hasta en la sopa, situada al final del disco, es una de las canciones mas flojas de todo el material y sin embargo fue la que más éxito mediático generó, tal vez por el coro pegajoso que se repite o por la musicalización de un video bastante extravagante que incluía hasta antiguas glorias del cine de vedettes, nadie lo sabe,´es una de esas piezas raras que se convierten en éxitos por casualidad, no sabemos aún porqué tiene tanto encanto, ese inicio con el bajo de Milton Pacheco construye una armonía sobre el loop de batería que Alejandro Rosso había creado, la letra habla de una especia de proxeneta venido a menos que narra su historia de desgracia por un personaje llamado el Sr P Mosh, algo así como un paria renegado, esa armonía se repite en los versos los cuales son oligofrénicos en muchos pasajes, las voces femeninas le añaden ese toque de mal gusto que encanta, la forma en que esta canción se hizo famosa es tan extraña como la canción en si misma, aquí convive todo lo kitsch, desde las camisas floreadas que tan de moda han vuelto a poner los de Little Jesus, los cadillacs antiguos, el cine de ficheras, comedia barata, los domingos de Raúl Velasco, las vedettes y hasta sonidos de antiguos bares, una canción que por muy mala se hizo famosa, una vez más se demuestra que el público hace suyas canciones que no tienen nada de interesante, porque son tan fáciles de asimilar que no se exige ningún esfuerzo de quien lo escucha.
12. Mr P. Mosh
Track By Track Momentos Cumbres
- El disco abre con la letra oligofrénica de la canción Niño Bomba, el primer sencillo que salió del disco, ese intro de bajo con el sello del slap style de Milton Pacheco acompañado de una percusión efectiva al estilo de los MC del hip hop clásico (véase Dr Dre, Public Enemy, entre otros tantos) la letra narrada a la vieja usanza del hip hop nos recuerda las rimas callejeras de los clásicos como los inolvidables A Tribe Called Quest, la guitarra llena de dub de Jonás Gutierrez de repente entra para acompañar esa percusión tan efectiva, inundando de sonidos la pista, Alejandro Rosso en su plan de contrapunto vociferando sus rimas y acompañándolo de sonidos onomatopéyicos, en el mundo alternativo el Niño Bomba era un arma secreta que se iba a utilizar para fabricar un atentado contra el Presidente, en nuestro mundo real ese mismo niño nunca llegó, a destacar esos contrapuntos del piano al estilo de órgano Hammond de Alejandro Rosso, una excelente forma de abrir el disco.
- Tal vez fue muy adelantado incluir Afroman como segundo tema del disco, tiene tanto que mencionarse de este tema, inicialmente ese intro de guitarra lleno de Wah contrasta de forma impecable con la línea de bajo de Milton Pacheco quien demuestra su dominio sobre el funk, Afroman es un paradigma en las canciones del catálogo de Plastilina Mosh, las programaciones de Alejandro Rosso transcurren como pequeños detalles que van cobrando tanta importancia en el desarrollo de la canción, esos efectos como de aeroplano son muestra de su dominio sobre la caja de ritmos, usando samplers que van y vienen a lo largo del tema, la forma de mencionar los versos y la forma de conjuntarse en los coros, es un diálogo en contrapunto entre los dos artistas, se complementan ambas voces de forma sutil pero efectiva, el piano que comienza a escucharse le añade ese toque entre retro y moderno, esta pieza parece haberse perdido hace años, es como si Funkadelic hubiera enterrado material inédito y se hubiera encontrado con el paso de los años, Afroman es un tema que define de forma impecable lo que significaba Plastilina Mosh en esos años 90's, un grupo atrevido que innovaba con el material que tenía.
- Banano's Truck son dos temas en uno, la primera parte transcurre sin pena ni gloria como un tema de hip hop lleno de distorsión en las voces que tal vez fue excedido en cuanto a su duración, recuerda las primeras épocas de hasta llegar a esos efectos en el interludio que anuncian un piano que va formando notas encima de la percusión, esa forma tan extraña y propia de agregar este instrumento es obra de Alejandro Rosso, quien desde Arcanienses ya se atrevía a hacer este tipo de incursiones sobre las percusiones, la pieza en esta parte se parece mucho a las composiciones de jazz latino al estilo de Chic Corea o del maestro Rubén González, también esa línea de improvisación se parece a las composiciones de Brad Meldhau con su power trío de Jazz cuando interpreta e improvisa sobre base de ritmo latino, Rosso hace de todo desde notas en contrapunto, variaciones sobre las escalas, asciende y desciende sobre las notas del piano clásico demostrando la formación como pianista clásico, es un tema que nos demuestra esa ambición funk que tenían en sus inicios, misma que se fue diluyendo a través de los años en sus trabajos posteriores.
- Monster Truck y ese inicio con guitarra con bastante distorsión, un rock atípico por los versos que semejan mucho a lo que realizaban las primeras bandas del Sur de Nueva York a mediados de los 80's, el riff de guitarra inicial es obra de Jonás Gutiérrez quien demuestra su enorme talento con el instrumento, la cadencia con la que se recitan los versos es muy similar en contenido al viejo estilo de los MC de Harlem, muy al estilo de los Jungle Brothers o de los ya citados A Tribe Called Quest.
- Una canción de transición con todo y sus scratcheos y loops muy al estilo de lo que hacían en sus años de gloria el grupazo Gang Starr, Encendedor es una mezcla muy interesante entre un rap muy bien logrado con todos de fusión, un poco de jazz rap, el uso de los sampleos hace muy variado el sonido de Plastilina Mosh, como si trataran de emular la vieja escuela de sampleo como los que hacía el legendario Ahmad Jamal con las canciones de Jazz Raping Desmonds, una muy buena canción que da paso a la parte más variada del disco.
- Bongaloo Punta Cometa es una tremenda canción, esta situada a medio camino entre lo que hacen los maestros de Morcheeba y The Roots, la letra es cantada por Jonás Gutiérrez, una letra francamente sin sentido, solo trata de emular una armonía de guitarra que se encuentra presente a lo largo de la canción, las voces femeninas distorsionadas y ese ritmo constante que sale de la tornamesa nos demuestran ese emblemático empleo de scratch y loops, el interludio es de lo mejor del disco, esa forma de combinar en contrapunto las guitarras y las notas de los samplers es formidable, una grandiosa canción que tampoco recibe el mérito que se merece.
- Una verdadera joya es la canción que le da el titulo al disco, Aquamosh es un híbrido de una canción de hip hop que se nutre del talento para el sampleo de Alejandro Rosso con las tornamesas, a destacar ese sampleo que hace muy al estilo de The Roots, la canción se llena de voces femeninas sampleadas y enriquecidas con tonos retro, la guitarra de Jonás Gutiérrez nos recuerda un pasado remoto con altas dosis de trémolo, el bajo de Milton Pacheco enriquece aún más el sonido, esos interludios llenos de sonidos hacen que Aquamosh sea una verdadera joya dentro del catálogo plastilino, los de Plastilina Mosh hacían muy buena música en sus inicios, se atrevían a innovar en un mercado que si bien ya había sido medianamente explotado aún requería de talento joven para terminar de encajar en una escena dominada por el pop y el rock.
- I've Got That Milton Pacheco Kinda es la mejor canción de todo el Aquamosh, es una de esas canciones al viejo estilo del Trip Hop, una hermosa fusión de hip hop con tonos pop aderezada con jazz fusión y un poco de dubstep, ese piano que se asoma en la canción es obra de Alejandro Rosso quien ya había dado muestras de ese enorme talento que tiene en la improvisación sobre las secuencias y los loops de sus tornamesas, las voces femeninas que cantan en francés le aportan ese toque de elegancia a una canción que no es conocida. tampoco valorada en ninguno de sus sentidos y sin embargo demuestra la enorme capacidad de invención que tenían en su primer trabajo, la guitarra llena de efectos se mezcla con una armonía ya de por si disfritable, es una de esas canciones que nos transportan a otro lugar, es ir a Bristol y toparse de frente con toda la escena de ese lugar de mediados de los 90's, es saludar a Morcheeba, a Massive Attack, a Tricky, hablarle de tu a Cibbo Matto y a Sneaker Pimps, incluyeron hasta cellos casi al final de la canción, ese solo de piano con eco del final es impecable, la mejor canción sin duda de todo el catálogo de Plastilina Mosh.
- Pornoshop, una canción de transición, un híbrido de hip hop con grime, un patrón complejo de 2 steps tan característico de ese estilo, toma elementos de dance hall y samplea una voz que es la misma que Kinky usaría años después en su famosa canción Ejercicio Número 16, de sonoridad obscura, la línea d e bajo sobre una escala menor le da ese aire de impotencia y sin embargo e suma canción que solo sirve de enlace, es la parte más obscura del disco y le quita algo de luminosidad a lo que ya había ganado con las canciones anteriores, prescindible sin lugar a dudas.
- Savage Sucker Boy continúa con esta parte densa y obscura del disco, se samplearon cortes de películas de acción para darle vida a la canción, que sin embargo se nota que fue un trabajo complementario que paso sin pena ni gloria, la letra bastante limitada, solo un mismo loop se va y viene a lo largo de una armonía construida sobre la caja de ritmos, es una canción también prescindible.
- Mr P. Mosh es una de esas canciones que llegó para quedarse, no hubo quien naciera entre 1978 y 1985 que no se sabe esta canción, fue intrepretada una y otra vez en ese año de 1998, estaba hasta en la sopa, situada al final del disco, es una de las canciones mas flojas de todo el material y sin embargo fue la que más éxito mediático generó, tal vez por el coro pegajoso que se repite o por la musicalización de un video bastante extravagante que incluía hasta antiguas glorias del cine de vedettes, nadie lo sabe,´es una de esas piezas raras que se convierten en éxitos por casualidad, no sabemos aún porqué tiene tanto encanto, ese inicio con el bajo de Milton Pacheco construye una armonía sobre el loop de batería que Alejandro Rosso había creado, la letra habla de una especia de proxeneta venido a menos que narra su historia de desgracia por un personaje llamado el Sr P Mosh, algo así como un paria renegado, esa armonía se repite en los versos los cuales son oligofrénicos en muchos pasajes, las voces femeninas le añaden ese toque de mal gusto que encanta, la forma en que esta canción se hizo famosa es tan extraña como la canción en si misma, aquí convive todo lo kitsch, desde las camisas floreadas que tan de moda han vuelto a poner los de Little Jesus, los cadillacs antiguos, el cine de ficheras, comedia barata, los domingos de Raúl Velasco, las vedettes y hasta sonidos de antiguos bares, una canción que por muy mala se hizo famosa, una vez más se demuestra que el público hace suyas canciones que no tienen nada de interesante, porque son tan fáciles de asimilar que no se exige ningún esfuerzo de quien lo escucha.